Cuando pensamos en el mundo de los sueños la primera imagen que se nos viene a la cabeza es siempre positiva, nos imaginamos un mundo donde todo es posible, donde las leyes físicas han cambiado y donde las imágenes evocadoras surgen por doquier. El mundo de los sueños se nos presenta amable y colorido, es un refugio, un santuario, el mundo ideal para vivir porque todo es felicidad…. Y eso os pasa a algunos, a los que hemos leído los comics de Sandman, de Neal Gaiman nos ocurre básicamente lo contrario, que estamos convencidos de que el mundo de los sueños es oscuro e intrincado y que no es más que un reflejo del mundo real. Así, que si aún no habéis disfrutado de las historias de Morfeo, no os adentréis, insensatos, y seguir viviendo y disfrutando de vuestra ignorancia.
Dicen los entendidos que todos soñamos, que nuestra mente genera este tipo de visiones, tal vez, para liberar el estrés diario o quizá sea nuestro subconsciente que se interna en nuestros más recónditos miedos y deseos para mostrárnoslos. Sea como fuere, los sueños existen y son generados, aunque nuestro cerebro posea a veces una incapacidad terrible para recordarlos. A lo mejor es un mecanismo de defensa contra todos ellos, los buenos y los malos. Los buenos, para quitarnos esos anhelos oníricos imposibles de conseguir y los malos, para evitarnos sufrimientos innecesarios.
Imagino que a todos nos ha pasado eso de despertarnos en mitad de un sueño y a medida que el cuerpo toma conciencia de su nueva situación, el mundo onírico se va diluyendo y finalmente, olvidando. No se a vosotros, llamadme loco, pero a mi me resulta muy frustrante. Intento con todas mis fuerzas aferrarme a él pero se me escurre de la mente tan rápido como la espuma del champú cae de mi pelo con el agua caliente. Me joroba enormemente olvidarme así de las cosas, sentirme arrancado de una historia que estoy viviendo, aunque en realidad no sepa, ni nunca llegue a saberlo, si era positiva o negativa.
Pero hay algo excepcional que a mi personalmente me da mucho que pensar, esos sueños reiterativos, esos sueños…, pesadillas mas bien, que se repiten y repiten. Si todas las noches nuestro cerebro se va de marcha al mundo de los sueños, y en teoría cada día vive una aventura distinta, basada en lo vivido en la realidad, ¿por qué somos capaces de recordar sólo una misma imagen, o una misma sensación, o un mismo escenario? No me digáis que no es curioso… De todos los posibles sueños diarios, solo es recurrente uno, y siempre uno malo, para que vamos a engañarnos. A mi me pasa con uno en concreto que me produce mucha desazón.
Hace unas semanas, mi bloggeramiga Sonia Le Lo publicó en unos de sus blogs, Bitácora de Fotografía el trabajo de un excelente fotógrafo llamado Luis Beltrán, pera ilustrar el post eligió la siguiente foto:

Un imagen espectacular, de una belleza extraordinaria pero que a mi me produce un terrible desasosiego. Esta foto se parece mucho a mi pesadilla recurrente.
En mi sueño, yo no estoy en un columpio, que ya de por si me daría bastante miedito, pero si que estoy en lo alto de algo con toda la ciudad a mis pies, la sensación no es agradable sino todo lo contrario, me encuentro de pie allí subido en algo que no es totalmente fijo y la superficie es más pequeña que el tamaño de mis pies. En todo momento siento la amenaza de caer al vacío e infinidad de veces he intentado hacerlo para acabar con esa sensación. Nunca he sido capaz, mi tormento es estar ahí, a la espera de una caída que nunca llega. Yo no se interpretar los sueños, pero este parece bastante sencillo, ¿Incapacidad? ¿Inseguridad? ¿Inestabilidad? Seguramente todas.
No deja de resultarme curioso cómo funciona nuestro cerebro y como es capar de dibujar estos sentimientos, esa imágenes irreales son a veces tan vividas que asustan, quizá es la mejor forma que tenemos de sufrirlas o disfrutarlas, metiéndonos de lleno en ellas con todos nuestros sentidos.
Y hablando de sueños, luego están los otros, los que pertenecen al ámbito de los anhelos, los objetivos, las metas a cumplir. Estos son distintos, son reales, son cuantificables, y son medibles. Sin estos, no deberíamos vivir, debería ser necesario que todos hiciéramos un ejercicio de introspección para saber con claridad cuales son nuestros objetivos en la vida y trazarnos un camino para llegar a alcanzarlos. No se trata de describir propósitos imposibles ni emprender caminos que nos lleven a todo lo alto, los sueños cercanos, realistas y accesibles pueden parecer menores pero también son gratificantes. Tratar de conseguir modificar alguna parte de tu carácter, dejar de fumar o aprender a relacionarte mejor con los que te rodean también son proyectos posibles, no todos podemos ser presidentes del gobierno, ni estrellas de rock, ni top models, ni los descubridores de la cura del cáncer. Estas metas personales son las que nos van a servir de guía en nuestro camino y en nuestro desarrollo así que no hay que perderlas de vista, no podemos dejar de soñar, no debemos perder esa parte, aún a pesar, de que de vez en cuando, nuestros sueños se tornen en pesadillas.
Ayer mismo, estaba dando de alta en nuestra base de datos del trabajo a una empresa-cliente nueva de Portugal que se llama Chasing Dreams (persiguiendo sueños) y esa expresión es la que me ha inspirado para hablaros de esto hoy, que es sábado y estamos relajados. No debéis olvidaros de que en todo lo que vivís hay una lección que aprender, así que os animo a que la aprendáis, soñando, temblando, viviendo, errando y superando límites.
Hasta mañana,
J
Claro que si, no hay que dejar de soñar e intentar conseguir tu meta!! Y los sueños o pesadillas todos tenemos en algún momento, pero luego pasa y a seguir soñando…un bsin
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Dejar de soñar… Nunca!!!
Un abrazote!!
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Mis suenos siempre son bonitos,no recuerdo ningun mal sueño.
Todos somos el q se ve,el q creemos ser y el q nos gustaria ser .y soñando somos el q nos apetece en cada momento.
Soñar es una valvula de escape y muchas veces es la manera mas rapida d ser feliz.
Existen otras pero son mas dificiles.
Grandisimo mi juan
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Pues vaya suerte, Mipe, que todos tus sueños sean bonitos. Mira que me alegro…
Un abrazo!!! 😉
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¡Qué curioso es el sentimiento de vértigo en los sueños! Yo más de una vez he pegado un bote en la cama, tras caerme al vacío en el sueño. Y muy interesante estudiar los sueños reiterativos.
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Hola Felix, a mi ese sueño me causa mucha tensión, es un vértigo constante y una sensación de estar a punto de caerte insoportable.
Menos mal que no me pasa a diario 🙂
Un abrazo!
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Yo de pequeñas tenía muchos sueños recurrente, pero con la madurez ya ni recuerdo el último sueño que tuve
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Vaya Alicia, pues vaya suerte… o no.
Si era un sueño recurrente y bonito es una pena olvidarlo, y si era una pesadilla, como la mía, creo que también, aparte de las sensaciones que he descrito antes también está la familiaridad, un como… «otra vez aquí»
Muchas gracias por pasarte y comentar.
Un abrazo
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Nada, pero nada mas frustrante que estar soñando y que este se vea interrumpido. Siempre hay que probar volver al mundo onírico. A veces funciona.
Lo del salto al vacío, recuerdo habérselo preguntado a un psicólogo, ya que temía que pueda ser una tendencia suicida, o algo así.
Me dijo que el salto simboliza el cambio. Algo que está pasando o pronto a pasar.
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Hola Johann, a mi no me ha funcionado nunca, a veces me he forzado a recordar pero ha salido algo inconexo.
Así que un cambio, mmmmm, pensaré sobre ello, jajajajaja.
Un abrazo
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Los sueños recurrentes, si acompañan a la ansiedad, son incómodos con el paso del tiempo. Saludos
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Hola Javier, a mí me perturba bastante, es una escena en la que no controlo la situación y me da bastante angustia.
Pero bueno, tampoco es todos los días, lo puedo soportar.
Jejejeje.
Un abrazo!
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No suelo tener sueños recurrentes, pero siempre me han dejado con una gran incognita esos sueños donde se mezcla gente de diversas etapas de mi vida y que jamás se han visto, y además los puntos de encuentro son siempre unos lugares rarísimos.
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Hola Mauxi, si, he tenido alguno de esos sueños, son extraños. En mi caso he mezclado gente real y personajes de series de ficción o cosas así, muy extraño. Pero luego muy divertido de contar.
Muchas gracias por pasarte y comentar,
Un abrazo
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Si que es frustrante que se nos olviden los sueños, yo intento recordarlos pero algunos son imposibles! En mi caso la sensación de querer correr y no poder es la que más se repite en mis pesadillas
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Hola Gloria, yo creo que además hay algunos sueños que se repiten, son como lugares comunes, ese que tu dices también lo he tenido, y esos en los que eres incapaz de acercarte a un sitio porque cada vez está mas lejos…. Que raro!
Un abrazo!
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Yo siempre he creido en mis sueños, siempre señalan buen o mal presagio.
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Hola Luis, ¿Siiii? yo la verdad es que nunca les he dado demasiado valor a los míos, los vivo, los cuento y los olvido pero nunca los vinculo con nada.
Muchas gracias por pasarte y comentar
Un abrazo 🙂
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Jajaja… casualidades!!
Yo creo que muchos de ellos son miedos, por eso los arrinconamos en el subconsciente, para que salgan y se liberen sólo mientras dormimos.
Y digo casualidades, porque yo tengo el mismo sueño!!… lo bueno, es que cuando lo vez en fotografía representado como aquí, parece hasta bonito… menudo engaño, no??
Saludos!!
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No me lo puedo creer, que casualidad. Pues si que es un engaño, mira que las artes visuales te transportan, tienen una capacidad para evocar sin igual pero esa foto transmite una calma que no la tenemos en el sueño. Si, es un engaño, jajajaja 🙂
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A este tipo de post-fetiche, le llamo ‘postiche’:
http://ratonblogger.com/2013/12/12/post-fetiche/
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Muy buena palabra, jajajaja. La imaginación al poder!
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