Yo pasaba por aquí….

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Sinceramente no se lo que me trae aquí ahora mismo después de diez meses sin venir. Impulsos he tenido muchos y todos se han quedado en el sofá o en la cama, tapaditos y a buen recaudo, cocinándose en su jugo y con aliño de pereza, apatía, procrastinación y la falsa idea de una vida ajetreada (que sí lo es) que no da tiempo para nada (aquí viene la excusa).

Demasiadas veces he tenido en mente cosas que quería contar pero las ganas se han escurrido de mis dedos como los sueños cuando suena el despertador y se desvanecen poco a poco hasta que se convierten en la nada más absoluta, negra y lejana. El duermevela de muchas noches me ha servido para idear y estructurar artículos grandes, entradas pequeñas, anécdotas potentes, imágenes reveladoras e incluso para bosquejar lo que podrían ser los primeros borradores de lo que, en un futuro más o menos lejano y con mucho trabajo tedioso, se convertiría en un libro.

Y me da rabia ser así de capullo. Porque yo esto lo disfruto. Tanto el proyectar una historia, desarrollarla mínimamente, hacerla crecer en forma de letras, frases y párrafos hasta expresarla en un texto completo, expresivo, natural e irreflexivo. Es que nos hacemos «daño» deliberadamente muchas más veces de las que queremos o de las que nos merecemos y parece que eso nos alimenta y nos centra en una falsa realidad, que a fin de cuentas es la que terminamos contando, creyéndonos y al final asimilando como de VERDAD Universal.

¿Por qué somos tan deshonestos?

Yo no voy a contestar, a ver si os vais a creer que después de diez meses escondido, una pandemia, un confinamiento y unos rebrotes everywhere mi filosofía de vida ha cambiado y ahora soy más intenso, #EstamosLocos? Este blog sigue llamándose como se llama y su autor y su línea editorial siguen en las mismas vías de tren, la superficialidad, el brilli brilli y el humor cotidiano (aunque a veces no tenga ni puta gracia) son el Leitmotiv de este espacio.

Pero es que yo soy así, a veces pienso cosas elevadas pero no entro en discusiones sesudas, para eso ya están otras y otros, a los que pensar y expresarse se les da mejor. Yo siempre he sido más de tirar la piedra y esconder la mano, una viborilla sibilina si te apetece verlo así. No puedo pretender ser quien no soy, o mejor que eso, no debo renunciar a mi propia naturaleza. Mi obligación, como la de todos, es explorar en lo que somos buenos, en nuestras habilidades, en nuestros puntos fuertes y explotar todo lo que nos hace únicos y especiales.

Dicho esto, que como introducción está extensamente genial, entre las cosas que se me han pasado por la mente en estos meses estaba la de retomar mis reseñas literarias. Lo malo es que no he leído nada digno de tal actividad. Ninguno de los libros que he consumido me ha gustado como para percibirlo con los cinco sentidos, que es como a mi me gusta leer, disfrutar y reseñar (si nunca has leído ninguna, aquí te dejo un enlace). Las novelas que más me han gustado siempre se han quedado a medias, creo que para algunas cosas tengo el listón absurdamente alto. Alguna incluso me han parecido malas de remate, tan malas que lo que me pedía el cuerpo era coger al autor/a y retorcerle las entrañas. Pero eso no está bonito.

También se me pasó por la cabeza reseñar alguna serie pero ahí me siento un intruso. Creo que no solo se puede hablar en términos de me gusta/no me gusta y quedarnos tan anchos. Ahí hay que profundizar y entender, no digo que con los libros no hay que hacerlo, que también, pero me resulta más sencillo. En definitiva, era un descarte obvio, NEXT.

Una entrada segura debería haber sido la experiencia de mi última carrera de quince kilómetros pre-confinamiento pero es que se me dio bien, muy bien, super bien y a mi me gusta mucho más hablar de cuando sufro y «reírme» de mi mismo y de mis limitaciones, ampollas y pájaras. No iba a sacar mucha chicha de aquello.

Tenía también muchos borradores de artículos sobre EL TEMA de estos últimos meses, desde varios enfoques diferentes pero me ha dado mucho pudor, raro en mí que soy muy poco pudoroso a la hora de mostrarme (por escrito). Sinceramente no me sentía a la altura de las circunstancias. Lo que estaba pasando en nuestro país y en el mundo en general me sobrepasaba y si bien he tenido herramientas para sobrevivir a todo este tsunami, ponerme a relatar gracias y desgracias propias y ajenas me quedaba muy grande. Para esta tarea, la superficialidad no estaba en el guión, se requerían y se requieren otros mundos interiores para hacer algo remarcable y con calidad humana, y no, no era mi terreno. Afortunadamente, de ESTO todo bien, gracias.

Dejo pendiente para un próximo artículo, siempre habrá alguno más, hablar de las personas que han pasado y/o se han quedado por aquí en los últimos tiempos, descubrimientos fantásticos y revitalizantes. Nuevas perspectivas de vida, nuevas filosofías, aire fresco… pero eso será más adelante.

Y lo de «escribir» en serio, poco se habla de eso. ¿A nadie le ha sorprendido que haya pasado por mi cabeza escribir un libro? Porque a mí sí, y si a mí sí, a vosotros debería sorprenderos también. Y no porque crea que sea posible o imposible, sino porque vosotras y vosotros sabéis que a mí, el proceso creativo, me satura y me quita las ganas. Y no se puede escribir un libro como se escribe un artículo para un blog. O estos artículos de este blog. (os prometo que cuando acabe de escribir voy a revisar el post sólo para ver si he cometido alguna falta de ortografía, el resto se va a quedar escrito como me ha venido a la cabeza, sin estructura, sin guión y sin pensarlo) 🙂

También podría haber recomendado música, que eso es muy «blanco», porque tiempo he tenido para conocer cosas nuevas, cosas viejas, cosas usadas y cosas azules, como haría una novia. Tampoco se ha dado. Pero como nunca es tarde para retomar, me voy a ir despidiendo, que para haberme puesto un ratillo a escribir e irreflexionar no van mal unas 1200 palabrejas y lo voy a hacer con música, acabando por todo lo alto. Solo os pido una cosa, escuchad la letra de esta canción y decidme que os sugiere. Independientemente de que hable de una relación amorosa yo le veo tantos matices que puedo identificarme en todo esto que os he dejado por escrito. Que la disfrutéis y que os haga pensar, que todo os haga pensar, o no, que os dejéis llevar.

Hasta pronto,

J

6 respuestas a “Yo pasaba por aquí….

  1. Por finnn!! Después de tanto tiempo!! Que ganitas de leerte tenia!!! Espero que siga así ya que se que tu cabecita seguirá buscando temas de que hablar y nosotros seguir disfrutando de ellos.
    A la espera del próximo post amigo mío!! 🙃

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  2. Muchas gracias Yoli,
    Siempre estás ahí y me encanta. A ver si me sacudo la pereza y me lío de nuevo. La verdad es que ayer me encantó ponerme delante de la pantalla y empezar a escribir sin rumbo fijo, fue emocionante.
    Un abrazo amiga!!!!

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  3. Te regalo un fragmento que leí ayer de un libro que me tiene totalmente subyugada. Es de » El infinito en un junco» de mi paisana Irene Vallejo y, en el capitulo 34 de la segunda parte, dedicado a Ovidio, cuenta sobre él lo siguiente: » Algunos contemporáneos lo acusaron de frívolo, olvidando que la frivolidad puede ser profundamente subversiva…»
    Pues eso, que sigas siendo profundamente frívolo, por favor, te lo pido.
    La canción muy chula, no la conocía. Me quedo con el estribillo, «si me pides que me quede prométeme que todo será como siempre….» (o algo así, creo que dice). Que levante la mano quien no haya deseado esto desde el pasado marzo para acá.
    ¡Abrazos virtuales, libres de virus incansables!

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  4. Hola Carmen,

    Ya sabía yo que esto de la frivolidad tenia su miga. jejeje.
    Es cierto que a veces buceo más de lo que tengo en mente o que publicando entradas aparentemente sencillas o superficiales salen textos con varios niveles de lectura. En fin, el talento 😀
    Un abrazo enorme!

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