«Dime que vas a llevarte…. dime que me llevo yo?»
Es lo que se pregunta Pablo López, en su canción «Ví». Este autor malagueño compuso esta canción con tintes apocalíptios, en la que hace un resumen somero de lo que va a dejar atrás si todo desaparece. La experiencia vivida, lo disfrutado, lo sufrido…. La letra no tiene desperdicio:
«Rezo en este verso todo lo que en esta vida he guardado,
sirva como humilde testamento de un hermoso legado.
Dejé el amor detrás de ti, dejé el valor perdido en escenarios.
Vi morir mi sueño,
vi como resucitaba,
vi los ojos de la envidia,
vi canciones, vi palabras.
Dime si hoy se acaba el mundo corazón,
dime qué vas a llevarte,
dime que me llevo yo.
Tengo la tranquilidad de haber vivido días y noches,
he bañado en vino madrugadas,
he besado el derroche.
Me emocioné cantando al sol,
perdí, gané,
crecí con la batalla.
Vi el engaño,
vi algunas verdades,
vi que estamos solos,
vi fortunas, vi necesidades,
vi quemarse todo.
Si hoy se acaba el mundo corazón,
dime qué vas a llevarte,
dime que me llevo…
Vi llorar a un alma inconsolable,
vi reír al miedo,
vi besar, yo he visto amar,
he visto cuanto debo.
Dime si hoy se acaba el mundo corazón,
dime qué vas a llevarte,
dime que me llevo yo.»
Y escuchándola detalladamente me ha dado por pensar, ya sabéis que soy así, antes no pensaba en nada y ahora pienso sobre todo. Que mayor me estoy haciendo!!! y que responsable, porque ahora todo lo encuentro «blogueable» y «compartible». Hasta que os canséis de mí, claro. Pero volviendo al tema, que escuchando y leyendo atentamente la letra de la canción me he puesto a divagar más de la cuenta y he estado buscando respuesta a esta pregunta.
Ahora debería hablar de mi legado, de las cosas que dejaría atrás, de todas esas vivencias emocionantes, de todos esos lugares únicos que he visitado, de todas esas personas interesantes que he conocido, de todas esa experiencias sublimes…. pero es que no ha habido nada así en mi vida. Vale que he vivido mis cosas, pero cosas normales, cosas caseras, cosas «de andar por casa». Y he conocido a gente interesante, interesantes también a título personal, íntimo, personas normalmente interesantes y personas extraordinariamente normales. Y lugares, cercanos y bellos, lejanos y exóticos, también lugares feos y chabacanos, que de todo hay por ahí, pero ningún sitio al que no puedas conseguir en una guía, o cuyas imágenes no puedas ver en Google. Y experiencias…. pues también ha habido de todo, buenas, malas y regulares.
Se que sería de agradecer que me acordara de la sensación de emoción al conocer a mis hijas, momentos únicos sin duda, los dos. También podría hablar de los nervios del primer beso, y de lo que vendría después, la lujuria, la pasión, el desenfreno… Y tendría que hablar de mi mujer, de mi familia, de mis amigos….pero me asalta una duda. ¿Que querría decir Pablo Neruda (hoy va de Pablos) con el título de sus memorias, «Confieso que he vivido»? ¿Acaso no lo hemos hecho todos? O a lo mejor es que hay grados de vivencias y hay algunas mejores que otras, qué ofensivo.
Ya tengo respuesta a la pregunta de este post, ya se lo que dejaría atrás si hoy se acabara el mundo. Risa, dejaría un enorme legado de buenos momentos, de risas infinitas, de sonrisas veladas, de risotadas sonoras, de carcajadas extenuantes, de lágrimas de alegría. Mi legado es la risa, porque amigos y amigas, Confieso que he reído. Y lo he hecho en casi todos los momentos, con casi todas las personas, en casi todas las situaciones y en casi cualquier experiencia. Eso es lo que voy a dejar 🙂
Y para vosotros, os dejo dos cosas, el vídeo de Pablo López y el gusanillo de la reflexión sobre vuestro legado. No dudéis en compartirlo conmigo.
Hasta pronto,
J