Acabo de volver de pasar unos días en la playa, ya sabéis como lo disfruto y he decidido ponerme a escribir para no pensar en que mañana se habrán acabado las vacaciones y que tengo que volver a trabajar, si, lo se, soy afortunado por tener trabajo, eso es una realidad… pero es que a la buena vida se acostumbra uno muy fácilmente.
Como en el panorama literario y peliculero están muy de moda las trilogías, voy a terminar la mía propia de momentos con estos cuantos que os voy a relatar a continuación y de los que he podido disfrutar, o no, en estos días libres y alejado de la rutina. De esta forma, los guardo para la posteridad a modo de diario de viajes, que la memoria ya va fallando. Y es que la edad no perdona…
QUE FEOS…
…Son algunos de los extranjeros que me he encontrado por ahí, qué pintas. Ya sabéis, y si no, os lo podéis imaginar que yo soy mucho de criticar o de comentar, como prefiráis y si encima lo hago en compañía de otra lengua viperina, para que os cuento…
Sabíamos que los 80 estaban de moda, todo vuelve, pero hay gente que vive anclada en esa época, nos hemos encontrado gente anacrónica, rubicundos de pelos rizados, casi erizados, de calcetines blancos con chanclas y de los de mezclas de estampados. ¿Cómo se puede salir a la calle con pantalón de flores azules, camiseta de dibujitos y sobre-camisa de flores naranjas? No, no me he vuelto loco, lo he visto… Y lo he disfrutado. Esos estilismos dan mucho juego para los que estamos «a la que salta».
Pero no solo algunos extranjeros son feos, o iban mal vestidos, también hemos visto muchos nacionales golpeando al estilo. Y muchas tías cañón con tacones de vértigo que se descoyuntaban al andar y muchos tatuajes y mucho bañador con flecos y muchas camisetas de fútbol falsas….
También había gente guapa, que no hemos estado en «Freakland» pero es que esos dan envía de la mala, y juego, juego, dan mucho menos.
EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE
Qué tranquilidad cuando tus hijas empiezan a ser un poquito más mayores y ya no son tan dependientes. Vamos, que se entretienen ellas solas y no dan el coñazo. Así que, aprovechando que en la playa iba a tener mucho tiempo libre, decidí pasarme por una libreria y pillar un libro para leer tranquilamente al sol. Estuve mirando unos cuantos, cualquiera me valía, pero había tanta oferta…. Ya me había decidido por uno cuando dí un manotazo a un expositor y apareció EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE, de Eloy Moreno. Tenía ganas de leerlo desde hacía tiempo así que fue el elegido.
Me lo acabé en cinco días, es facil de leer, a veces un poco cansino y a veces entrañable. Para nada aburrido y si muy recomendable. Es un poco inquietante que de la sensación de que no pasa nada y que todo lo importante está al final pero merece la pena sumergirse entre sus páginas.
Es el primer libro del autor, que pasó de la auto edición y del boca a boca a un lanzamiento por todo lo alto con Espasa. Yo no me esperaba nada del libro porque no sabía de que iba y por lo tanto no me ha podido decepcionar, ha sido una lectura agradable, de verano. El mismo autor ha publicado, también con Espasa, un nuevo libro, habrá que echarle un ojo…
DE CONCIERTO EN EL PASEO
Paseando una noche, después de un helado, nos encontramos con un grupillo que tocaba reggae en el paseo marítimo. Estuvieron un rato afinando los instrumentos y ensayando. Acorde va, acorde viene, si… no… probando… si…si… Y luego se pusieron al lío.
No tocaban mal los chicos, hacían versiones de Bob, Ziggy y Damien Marley y de otros tantos artistas de este tipo de música, su inglés no era muy malo y se dejaban escuchar. Ellos estaban allí para hacernos pasar un rato agradable y sacar algo de dinero, nosotros de paso, sentados mirando al mar oscuro y meciéndonos por el ritmo jamaicano, nos dejamos querer.
Fue corto pero bonito, tocaron esta pero a su manera, a nosotros nos valió.
LOS CUATRO
Pocas veces podemos estar los cuatro juntos, los sábados por la tarde y los domingos generalmente, pero es en vacaciones cuando pasamos mas tiempo unidos, los cuatro. Como si fuéramos compañeros de aventuras, mis tres chicas y yo, hemos pasado muy buenos momentos disfrutando de lo que tenemos, de los lazos que nos unen.
Juntos y revueltos hemos dormido, nos hemos bañado, nos hemos peleado, hemos paseado y nos hemos reído. Realmente no espero mucho mas de las vacaciones, estar con la familia, disfrutar de buenos momentos, estar en armonía y que haga buen tiempo para poder salir, entrar y disfrutar.
Todo ha estado de cara estos días. Podría relatar un montón de momentos vividos con ellas, con una, con dos o con las tres, pero eso es más íntimo, así que los resumiré aquí bajo este título. El resto queda en los vídeos, las fotos y en la retina.
LAS VACACIONES COMIENZAN CON EL VIAJE
Eso es algo que ya sabíamos, pero que la mayoría de las veces pasamos por alto. Damos por hecho que las verdaderas vacaciones empiezan cuando llegas a tu destino pero hay que ser tonto para desaprovechar esos momentos de antes y de después. Programar el viaje, plantear la maleta y las compras de última hora, los planes, la música, algo para picar y en marcha.
Nuestras vacaciones comenzaron cuando les dijimos a las niñas que nos íbamos a la playa, ellas no lo sabían, así que la emoción comenzó ese día, una semana antes del viaje. Y luego el viaje en sí. Fue divertido, con mi música, con su música y con los cuatro cantando canciones, las de ellas, y haciendo planes. Encontrando gente variopinta y viendo lo que nos deparaba el camino.
Algún ¿cuanto falta? también ha caído, pero eso es inherente a los niños y a los coches, ellos tienen ansía por llegar, yo cada vez tengo más ansia por disfrutar el momento.
Pues un poco en resumen, esos han sido los momentos más remarcables de mis días fuera de casa, en la playa. Un viaje, cuatro viajeros, un poco de música, un libro y un poco de critiqueo. Hay muchos mas, y seguro que vosotros, queridos lectores, podeís ayudarme a completar estos diez momentos, yo he dejado los cinco primeros, como de costumbre, el resto son vuestros.
Hasta pronto,
J