La pareja improbable

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Y no me refiero a parejas amorosas o sexuales, hoy no. Porque de esas hay miles, probables, improbables, utópicas y pintorescas. La vida y las celebrities nos han acostumbrado a ver como normal relaciones atípicas o que se salen fuera de la norma, como si eso quisiera decir algo. Y no diré yo que está mal eso de chico/chica, chica/chica, chico/chico, chicos/chicas/muñecos de plástico…. cada cual hace con su cuerpo y con el de los demás lo que quiere o le dejen dentro de unos límites pre-establecidos y pre-aceptados, y eso es muy sano. Cuando no es sano, ni consentido es cuando es peligroso y/o preocupante.

Pero como he dicho que no voy a hablar de eso, cambio de tercio y me centro, dejaré que vuestras mentes calenturientas divaguen un poquito o un muchito y sigamos…. La pareja improbable de la que quiero hacer mención hoy es musical. A esto también estamos acostumbrados, o si no, recordad aquel vídeo de Natalie Cole cantando a dúo con su padre Nat King Cole, ya fallecido, esa deliciosa «Unforgettable», maravillas de la técnica y experimento raro, raro.

Pero el mundo de la creación es así, inexplicable, voluble e impredecible, y gracias a eso podemos disfrutar de duetos más o menos acertados, el último que me ha llamado la atención y me ha hecho salir de mi letargo para ponerme raudo a escribir un nuevo post ha sido el formado por Laura Pausini y Melendi.

-¿Melendi?????

-Si, señora, el mismísimo Melendi.

Así dicho, a bocajarro y sin haber escuchado la canción, mítica de la Pausini, por cierto, queda de experimento del profesor chiflado, no me digáis que no. Si estos dos personajes juntos son como la versión moderna de «La bella y la Bestia»…. Aunque claro, ella no es tan bella, nunca lo ha sido, fea tampoco. Y él bestia…. después de la que montó en aquel avión, igual un poco, aunque ya apaciguado….

O quizá son el remake postmoderno de «La Dama y el Vagabundo»…. Aunque bueno, después de que ella enseñara el parrús en un concierto, no por descuido, sino por no llevar bragas, lo de dama queda un poco como antiguo. Y él vagabundo…. aspecto si que tiene, a veces, aunque yo creo que es más pose que otra cosa….

Lo que está claro es que es una estrategia de Marketing bastante dura, el dueto, incluido dentro del último disco de la cantante, «20», un Grandes Exitos editado en 2013 y que sigue cosechando sus frutos, está lleno de improbabilidades y rarezas, no solo la ya mencionada, sino otras tantas junto a Ennio Morricone, Michael Bublé, Kylie Minogue o Ray Charles. Un amplio abanico de artistas y estilos que ensalzan al versatilidad de la compositora italiana.

Llegados a este punto, debo aclarar que este post no es una crítica, que cada uno tiene los compañeros de cama o de trabajo que se pone o le ponen al lado, el resultado es el que tiene que hablar alto y claro de lo arriesgado de la apuesta, de lo positivo o de lo negativo. Yo no me voy a quejar, siento debilidad por Laura, es de mi edad y es como si hubiéramos crecido juntos, no soy fan, pero su música romanticona siempre ha estado por ahí, en la trastienda de mi cabeza aderezando mis momentos, así que haga lo que haga y con quien lo haga, me parecerá bien. ¡Que me cae bien esta chica, vamos!

Melendi también me cae bien, no lo voy a negar, yo soy ecléctico en mis gustos musicales y en mi mp3 tienen cabida tanto la una como el otro, los disfruto a los dos y los canto cuando se tercia. Si encima me los ponen juntos y haciendo una versión muy solvente y con química, aunque solo sea en las voces, porque de momento no hay vídeo oficial, yo happy.

Y es que la canción que cantan, «Entre tú y mil mares», es una de mis favoritas, un baladón de los de la Pausini que queda muy bien combinado con la voz grave y barrio-bajera del cantante asturiano, la letra es hermosa, de morirse de amor, desgarrado y todo.

Os voy a dejar letra y vídeo-foto para que juzguéis vosotr@s mismos y luego debatimos, yo les pongo buena nota:

Ya no tengo miedo de ti
ya toda mi vida eres tu,
vivo tu respiro que queda aqui,
que consumo dia tras dia.
no puedo dividirme ya entre tu y mil mares
no puedo ahora estarme quieta y esperarte.
Yo que habria estado por ti
en un cualquier lejana ciudad,
sola,por instinto sabiendo amarte
sola siempre ya junto a ti.
No puedo dividirme ya entre tu y mil mares
no puedo ahora estar cansada de esperarte.
No mi vida no,no aguanto amor,
hoy regresas o quedate
no vivo ya no sueño ya
tengo miedo ayudame.
Mi vida no te creo amor,
te me vas y todavia
me juras que es la ultima
es mejor si no me fio.
Busco en la noche en
cada estrella tu reflejo,
mas todo esto no me basta
ahora debo.
Oh, no mi vida no
aguanto amor
hoy regresas o quedate
no vivo ya no sueño ya
tengo miedo ayudame.
Mi vida no te creo amor,
te me vas y todavia
me juras que es la ultima
es mejor si no me fio.
No puedo dividirme ya entre tu y mil mares
no puedo ahora estarme quieta y esperarte.

No puedo dividirme ya entre tu y mil mares.

No he podido evitarlo y la he cantado en alto, igual mañana llueve. Mientras tanto, lo dicho, aquí abajo tenéis espacio para los comentarios y para el debate.

Hasta pronto,

J

Conmigo mismo

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Hace unas semanas un compañero de trabajo nos hablaba preocupado de sus próximas vacaciones, en una casa rural en la sierra, con todo un mundo de rutas a pie, turismo de interior y gastronómico a su disposición. Su inquietud provenía de que las posibilidades de esa semana aislado y en conjunción con la naturaleza estaba mucho más cerca de sus gustos y de los de su hija que de los de su mujer. Ella, por lo que nos contaba es más urbanita, más de centros comerciales y de ruidos que no provengan de los grillos. Cómo la entiendo!

Creía mi compañero que este tipo de vacaciones podía crear tensiones en la pareja y este hecho le acongojaba, independientemente de que la idea del sitio y del modo de vacacionar había sido de su mujer… El resumen que él hacía de esto se resumía en la frase que os digo a continuación:

-Es que mi mujer y yo no tenemos los mismos hobbies, y eso no es bueno.

A lo que respondimos, con mayor o menor vehemencia:

-Eso??!!?? Eso es lo mejor del mundo!!!!

Él se enrocaba en sus circunstancias y no entendía por qué nosotros veíamos cosas positivas en lo que él nos había contado. Y a día de hoy, creo que sigue sen verlas. ¿Vosotros tampoco? Pues os voy a contar mi punto de vista, que por lo que pude comprobar en aquel foro, era mayoritario.

Hay tiempo para todo

Ese podría ser un buen resumen de lo que os voy a contar, cuando vives en pareja y tienes hijos tienes una serie de responsabilidades ineludibles, responsabilidades que te has creado tú mismo pero que tienes que acatar. Tienes que ser padre o madre, y marido o esposa, y también hijo o hija, yerno o nuera…. algunas de estas responsabilidades son más fáciles de enfrentar que otras, no nos vamos a engañar, pero tenemos que estar ahí, si hemos elegido esta vida es con todas sus consecuencias.

Y eso sin hablar de las otras responsabilidades, las laborales. Esas son, si cabe, más ineludibles que las familiares, te pagan por ello, mucho o poco, siempre injustamente, pero recibes algo económico a cambio. Estas ligado a un contrato y eso es muy poderoso. El vínculo con el trabajo es crucial, desgraciadamente, para que las cosas vayan bien a nivel personal ya que todo beneficio de una parte revierte directamente en la otra. Aquí no hay lugar a dudas o dobles sentidos.

-Entonces ¿qué es lo que queda?

Cuando has cubierto las responsabilidades laborales, con mayor o menor fortuna, y has cubierto las responsabilidades familiares, con mayor o menor fortuna, te encuentras en un momento único. En ese momento estás a solas contigo mismo y créeme si te digo que ese momento hay que aprovecharlo. En esta vida tenemos adjudicadas un montón de etiquetas y algunas de ellas ya las he nombrado, yo por poner un ejemplo a mano soy trabajador por cuenta ajena, marido, padre, hijo, yerno, compañero, amigo, conocido, un poco psicólogo, un poco chófer, un poco ama de casa, un poco intendente, un poco cocinero…. Soy muchas cosas, pero también soy muchas más.

Y todas esas cosas que soy aparte de estas pertenecen a un terreno mucho más íntimo, al terreno individual, porque todos nosotros somos individuos y también necesitamos nuestro terreno de crecimiento personal. No seremos buenos hijos, ni maridos, ni nueras, ni amas de casa, ni cocineras, ni padres si no somos capaces de ser nosotros mismos. Y para ello necesitamos nuestro espacio.

Si recordáis el post de ayer, toda la actividad a la que hacía referencia era única y completamente mía, ni mis hijas ni mi mujer estaban involucradas en ella, ni hablar de lo relacionado al trabajo, que eso ya quedó aparcado el viernes pasado. Esos momentos del grupo de running eran solo míos y del grupo de individuos que me rodeaba. Todos nosotros compartíamos cosas, hablábamos de nuestras familias, de nuestras aficiones y de nuestros trabajos pero teníamos otro vínculo ajeno a todos ellos. Para qué hablar entonces de esos momentos en los que tengo que salir de casa a hacer los ejercicios entre semana. Esos días si que estoy solo, conmigo mismo.

Esos periodos de tiempo que paso en esa soledad elegida son gloriosos. Al igual que otros muchos momentos personales y solitarios como la redacción de este blog, o la lectura de un libro. No creáis que estoy exagerando cuando os digo que dedicar tiempo a uno mismo es IMPRESCINDIBLE. Ahora te toca a tí encontrar tu sitio, puede ser con lo que más te apetezca, con actividad física, con meditación, con lectura, con música, con tus amigos o de compras. Vive al margen, aunque sean unos minutos al día, el resto te lo va a agradecer, y ampliarás tu fortaleza y tu seguridad, tendrás tu parcela aislada y esa potencia que vas a incorporar a esas actividades individuales te van a ayudar a afrontar con mejor cara o mejor espíritu las otras, las familiares y las laborales.

¿Qué mi compañero y su mujer no compartes aficiones? Mejor, cada uno a lo suyo y luego a comentar, que es muy enriquecedor.

Y tú, si no la tienes ya, encuentra tu parcela privada.

Hasta mañana,

J

Padres modernos

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Esta misma mañana, después de dos semanas bastante desquiciantes, hemos estado en familia y con unos amigos en la Feria del Libro de Madrid, dando una vuelta, cumpliendo con la tradición de comprar un libro para cada uno y atesorando un montón de marca páginas y demás merchandising que las editoriales y las librerías regalan como promoción.

La experiencia ha sido edificante, como siempre. Me encanta este evento, me gusta el ambiente, me gusta ver a famosos, famosillos y famosetes pasear por El Retiro o firmar en sus stands. Hemos podido ver a muchos escritores de renombre dedicando sus últimas obras a su entregado público. Todo alegría y buen humor, y calor y colas y gente, mucha gente. Gente paseando, gente hablando, gente comprando, gente patinando, gente con perros, gente con carritos de bebe, …. gente a mogollón.

Y en una de estas, mi amigo y yo, reconocidos frikis de los comics, nos hemos acercado a una caseta y he podido echarle un vistazo a un libro que me ha llamado la atención y me ha hecho reflexionar. El libro en cuestión se titula: «¡Yo soy tu padre! Cómo llevar a tus hijos al lado oscuro» de Jorge Vesterra. Os voy a dejar la sinopsis de la editorial por si alguien está interesado:

"Yo soy tu padre", de Jorge Vesterra
«Yo soy tu padre», de Jorge Vesterra

«Ser padre y friki no es tarea sencilla. Las sesiones nocturnas de videojuegos han sido sustituidas por “la hora del cuento”, no hay manera de estar al día con las series porque en casa sólo se ve Pocoyó y tu sancta sanctorum se ha convertido en la “guarida de la bestia”. 

Si éste es tu caso, sólo hay una solución para no convertirse en un ser gris amante de los realities y los chiquiparks: llevar a tus pequeños al lado oscuro. 

Este manual te ofrece todas las herramientas y técnicas, incluso las más arteras, para seguir siendo un nerd y arrastrar a los tuyos en tus obsesiones, desde los mandamientos del padre friki y varios tests de frikismo para tus hijos, hasta consejos para mantener tu territorio frente al enemigo y actividades para la familia friki. Una completa guía para ser un padre fanático sin dejar de ser guay. 

Tú puedes hacer que la saga continúe… «

Reconozco que no lo he comprado, yo ya había adquirido mi ejemplar del año, así que…. y por otro lado, no me identifico tanto con el contenido, pero, como ya he dicho antes, me ha hecho pensar. En los padres de ahora, y en los de antes, y en como está cambiando todo…. y he recordado que estas dos semanas, en las que no he podido ni parar ni para pensar, he estado volcado casi a tiempo completo en mis hijas. -Eso es lo que debe hacer un padre, dirán algunos. -Si, no lo discuto, no me quejo, solo expongo el hecho.

Estas semanas de paternidad responsable he hecho un montón de cosas, he velado por mis hijas, las he llevado y las he traído, he madrugado más de la cuenta, casi no me he sentado para comer, he prescindido de mis mini-siestas en el sofá, he tenido que coser los disfraces para la función de fin de curso, he tenido reuniones para hablar del futuro deportivo de mis niñas y he tenido que estudiar como se hace un moño adecuado para la práctica de la natación sincronizada, y hacerlo a eso de las siete treinta de la mañana a dos pequeñas sirenas de pelo enredado y sumamente quejosas y adormecidas. Os preguntareis: -¿Has dicho que eras su padre o su madre????

Ahí es donde quiero llegar. Para bien o para mal, la vida evoluciona, los roles cambian y los seres humanos, sexos aparte, nos tenemos que adaptar a las circunstancias, con mejor o peor actitud y resultado, pero eso es lo que hacemos, sobrevivir. Las tareas domésticas ya no están tan definidas, las responsabilidades paterno-filiares tampoco. Los padres de ahora, no somos como los padres de antes, la implicación en el devenir diario no puede ser la misma, porque la vida no es la misma. Ahora las madres trabajan y muchas apuestan por su vida profesional. En mi caso, no voy a hablar de otros, mi mujer es la empresaria y la que trabaja muchas horas y yo el que ha podido conciliar.

En mi caso hay mucho más, esos a los que yo llamo cariñosamente Tiendebragas, como ya dejé por escrito en el primer post de este mismo blog, que asumen tareas e implicaciones históricamente femeninas. Es muy posible que las mujeres se estén «masculinizando» y que los hombres nos estemos «feminizando», todo es problable. ¡Lo qué nos queda por ver!

Recuerdo cuando yo era pequeño y mi padre era prácticamente un extraño para mí, un señor que trabajaba miles de horas en unos grandes almacenes y al que solo veía por la noche cuando venía harto de clientes y de transporte público. Ese hombre al que yo le decía todas las noches: -«Papá, siéntate en la cama conmigo a hablar». Yo no quería hablar de nada en concreto, quería disfrutar de mi padre, quería que me transmitiera sabiduría, que me hablara de cosas de mayores. Y aquel hombre, se sentaba pacientemente en mi cama y charlaba conmigo hasta que yo caía rendido.

Hoy, yo soy el padre y soy una presencia constante en la vida de mis hijas, lo cual agradezco enormemente. Se que ellas lo valoran ahora y lo valorarán en el futuro, creo que la cantidad de presencia es equiparable a la cantidad de la misma, soy padre pero también soy amigo, y cómplice. Quién sabe, si dentro de un tiempo seré también amiga y confidente. El tiempo lo dirá.

A los que hayan leído este post y crean que me estoy quejando de algo, que se les quite de la cabeza, estoy encantado con esta etapa que me ha tocado vivir. Ya se lo he dicho a mi mujer, quiero que gane mucho dinero y que me retire, quiero ser un padre moderno, de los que van al gimnasio, comparten aficiones con sus hijos, toman café con los demás papás y mamás del cole, van a la compra, cocinan para la familia y ayudan a hacer los deberes… y el moño, si hace falta.

Hasta pronto,

J

¡Qué no te pese!

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Es el título de una preciosa canción de Vega, una cantautora cordobesa que consigue, con sus letras y su voz grave, tocar la fibra sensible. Solo tienes que tener el oído atento y dejarte llevar por sus melodías para saber que esta chica tiene mucho talento.

Se dejó ver por la segunda edición de Operación Triunfo y aunque ni siquiera llegó a la final, consiguió grabar su primer disco. Ahora, diez años después de aquello y alejada por completo del estilo del programa de televisión, vuela libre, con varios discos a sus espaldas, sus propias composiciones para otros artistas, sus propia discográfica e incluso su propia editorial para dar salida al trabajo de autores noveles. No es una autora/cantante/artista al uso, no es completamente mediática ni sería capaz de llenar estadios. Ella juega en otra liga, más íntima, más personal, más cercana. Ahora tiene éxito y prestigio por lo que es, por como compone y por como canta. ¿Se puede pedir más?

La canción que os he comentado antes está extraída del último de sus discos, «Wolverines» y en ella nos cuenta como tenemos que vivir el dolor de la pérdida, cómo ese dolor es lo único que nos hará seguir adelante, cómo ese dolor es lo único que nos va a curar. Cada pareja perdida, cada amistad extinguida, cada familiar muerto comporta una pérdida y es a través del dolor que provoca la misma como conseguimos continuar. Es dolorosamente hermoso como Vega nos muestra ese dolor y nos anima a sufrirlo, y a que no nos pese todo lo que hemos dado, aunque el final no haya sido el deseado. Cada vez que hemos formado parte de una relación, familiar, amorosa o de amistad hemos dado lo que hemos creído, lo que hemos sabido o lo que hemos sido capaces, y por ello debemos congratularnos, y no arrepentirnos.

Os dejo letra y vídeo de una actuación en directo.

Quédate conmigo te abriré caminos para andar 
Y un dique de abrigo que guarde tu playa frente al mar… 
Frases del pasado, rozan de soslayo la verdad 
¡Nunca fueron ciertas! 
Tú sabías bien qué iba a pasar, qué iba a pasar… 
Fue un amor difícil por los desperfectos 
Un tornado a punto de tocar tierra justo en medio 
Y si tú lo diste todo siempre sin pedir 
¡Qué no te pese! ¡Qué no te pese! 
Si volcaste tu energía en hacerle feliz 
¡Qué no te pese! ¡Qué no te pese! 
Que quizás a corto plazo no haya solución 
No te castigues todo irá a mejor 
¡Qué no te pese! ¡Qué no te pese!  

Buscarás abrigo en mitad de un clima tropical 
Que te quite el frío y el dolor 
que cala hasta mojar, hasta mojar… 
Lavarás tu ropa, quedarás colgando del tendal 
Esperando un rayo que te parta 
o seque la humedad, la humedad… 
No será sencillo, pesan los recuerdos 
Pero poco a poco lograrás que te vuelva el nervio 

Y si tú lo diste todo siempre sin pedir 
¡Qué no te pese! ¡Qué no te pese! 
Si volcaste tu energía en hacerle feliz 
¡Qué no te pese! ¡Qué no te pese! 
Que quizás a corto plazo no haya solución 
No te castigues todo irá a mejor 
¡Qué no te pese! ¡Qué no te pese! 

Fue un amor difícil por los desperfectos 
Fue un adiós difícil de decir, nunca es buen momento.

Disfrutadla y sobre todo, seguid su consejo. Se que es difícil pero letras como esta hacen que se te abran los ojos y que veas que detrás de todo este sufrimiento, hay un futuro. Sed felices.

Hasta pronto,

J

Una semana para olvidar

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Esta semana que hoy termina ha sido una semana dura, difícil y frustrante, una semanita para olvidar. O a lo mejor no, que de todo se aprende. Menos mal que soy un tío con muy buen humor y veo las cosas con perspectiva positiva que si no, era para coger el cuchillo y…. (no os asustéis, esto es una broma privada).

A pesar de la bromas, que las ha habido, la semana que cerramos no pasará a los anales de la historia por ser una de las mejores. He sufrido en mis carnes problemas tecnológicos, problemas familiares, problemas laborales y creo que hasta problemas propios. Y me refiero con problemas propios a esos momentos de cansinismo congénito que me acechan de vez en cuando y que me hacen que no me aguante ni a mí mismo, como para tolerar a los demás.

El optimista que llevo dentro dice que he pensado en lo positivo de esta situación y he llegado a la conclusión de que a lo mejor se ha condensado en esta semana todas las cosas malas y que a partir de ahora todo va a ir mejor.

Pero el realista interior cree que esto no es cierto, que vendrán días mejores y por supuesto, días peores. Lo importante es como te pille el cuerpo para afrontar lo que venga, de eso dependerá tu respuesta.

Yo soy consciente de que ninguna de las cosas que han pasado durante esa «semannus horribilis» han sido excepcionalmente graves ni irresolubles. Pero yo reconozco que no estaba a la altura de las circunstancias. Me han cogido falto de sueño, cansado, aburrido, hastiado, tocapelotas, impaciente, poco conciliador,… mejor no sigo echándome flores…

Lo bueno es que esta semana he conseguido superar todas las trabas y resurgir de mis cenizas, como el ave fénix. Siempre he creído que ir superando estos pequeños inconvenientes me hace más fuerte y resistente para los siguientes, y así es como me siento, fuerte, renacido y listo para compartir.

Empecé la semana discutiendo con la tecnología, tenía que probar un programa on-line de inglés pero me ha sido incapaz pasar de la prueba de acceso, el nivel que he conseguido es cojonudo, pero ya no he podido avanzar más. He hablado con el proveedor y todo son trabas, el ancho de banda de casa tiene que ser como para mantener Facebook conectado, el navegador de internet es mejor que lo sustituya por otro, es recomendable que no utilice el wifi sino conexión por cable….. A la mierda! He cambiado lo que he podido y siguen sin cargar los vídeos. No lo quiero, desisto.

Continué con doble disgusto, por un lado la noticia del fallecimiento de una niña de la Voz Kids que me encogió el estómago, pobre. Y luego tener que salir corriendo a urgencias porque mi hija se había pegado un «gomazo» en un ojo y lo tenía rojo e inflamado. Lo del ojo se quedó en el susto, fue a recogerla antes de tiempo al colegio, de ahí al pediatra y a continuación al hospital. Todo ha sido una herida leve y un tratamiento durante cinco días. Lo de la niña fallecida ha sido otro trago, nosotros en casa tratando de ocultar y las niñas volvieron del cole con todo tipo de detalles morbosos. Ellas tienen la muerte desmitificada pero a los que tenemos hijos pequeños esto nos cala. Para colmo emitieron el programa y lo vimos con ellas. Al principio no entendían como estando muerta seguía apareciendo en la tele. Tener que dar según que explicaciones me agotó. Y cuando me quedé solo, con mi hija pequeña dormida en mis brazos me imaginé por lo que estarían pasando esos padres y lloré desconsolado. A mi me sirve, vengo de familia de grandes llorones y creedme, relaja.

Otro día llegué a casa con ganas de discutir, sabía que tenía que hacer explotar a mi mujer para que sacara ciertas cosas que se le estaban enquistando dentro, y como soy especialista en ello, lo conseguí. Fue desagradable montar un espectáculo semejante pero nos dío pie a hablar, gritar, discutir, calmarnos y continuar tirando. Por si a alguien se le está pasando por la cabeza, no fue una crisis de pareja, pero fue una gran movida.

Y el resto de los días, entre digerir lo que había pasado, apaciguar los nervios, aguantar en el trabajo, encontrar paciencia donde no sabes que la tienes, respirar profundo y tener la sensación de que no te estás dedicando tiempo. Ah, y estornudar. Los momentos en los que no he estado gritando, discutiendo y renegando me los he pasado entre mocos, lagrimeos y pañuelos de papel. Un lujo.

Necesitaba hacer algo para digerir todos los acontecimientos y lo mejor que se me ocurrió fue aislarme con mi música. Me puse mi mp3 a tope, me tumbé en el sofá y me evadí hasta que mis biorritmos se relajaron y volví recuperar mis niveles de paciencia, objetividad y tolerancia. Dicen por ahí que la música amansa a las fieras y yo, después de MI momento musical, me siento completamente apaciguado y en paz, conmigo mismo y con el resto del mundo.

Cuando pensaba en una canción para poner el punto y final a este post, me ha venido a la memoria Over the rainbow, la canción de Judy Garland perteneciente a la banda sonora de «El Mago de Oz» y ya lo he visto todo completo. Esta canción, al igual que la película son mágicos, nos hablan de mundos felices, de alegría y de color, de vida y de esperanza, de lugares encantados donde los sueños se pueden hacer realidad y donde el bien, siempre vence al mal. Me venía como anillo al dedo y por eso quiero compartirla con todos vosotros, en una de las versiones que más me gusta, la de Eric Clapton.

 

Somewhere over the rainbow
Way up high,
There’s a land that I heard of
Once in a lullaby.

Somewhere over the rainbow
Skies are blue,
And the dreams that you dare to dream
Really do come true.

Someday I’ll wish upon a star
And wake up where the clouds are far
Behind me.
Where troubles melt like lemon drops
Away above the chimney tops
That’s where you’ll find me.

Somewhere over the rainbow
Bluebirds fly.
Birds fly over the rainbow.
Why then, oh why can’t I?

If happy little bluebirds fly
Beyond the rainbow
Why, oh why can’t I?

Yo amigas y amigos, afortunadamente ya estoy «sobre el arcoíris», ¿me acompañáis?

Hasta pronto,

J

Mi vida a cámara lenta

Cada vez que mi mujer está por ahí alrededor, mi vida parece estar filmada a cámara lenta. Y es que ella es una de esas chicas-locomotora que no para de hacer cosas constantemente y que resultan tan agotadoras. Podría decirse que es hiperactiva, pero eso debería estar diagnosticado por un médico y a lo mejor me bonificaban. Pero creo que no voy a tener esa suerte.
Mi mujer, la locomotora, la expreso, la rápida, Speedy Gonzales, la Correcaminos, flash,…. como queráis llamarla, yo me referiré en este post a ella como «ELLA», parece que ha nacido con prisa y se ha dado cuenta de que está todo por hacer, cuando se dice que las mujeres son multi-tarea, es cierto, por lo menos en el caso de ELLA, hace de todo, al mismo tiempo, y algunas cosas las hace bien. Otras las hace a su manera, una muy propia y particular, pero eso no es reprochable ya que todos hacemos de vez en cuando las cosas como creemos oportuno y, llenos de razones, siempre creemos que lo que hacemos está bien hecho, ¿o no?
Normalmente, en los días de diario no soy muy consciente de esta vorágine que la rodea, ya que desgraciadamente la veo mas bien poco, pero se que es capaz de preparar el desayuno de las niñas al mismo tiempo que se seca el pelo, hace las camas y pone una lavadora. Lo cual no entiendo como se hace porque el secador del pelo está enchufado y no llega el cable….. Y luego tiene ese ratito en casa antes de irse a trabajar que es cuando aprovecha para recoger la cocina, limpiar media casa y tender la lavadora, bueno solo la ropa, que ELLA solo tiene super-velocidad, no super-fuerza.
Luego viene a comer a casa, en su caso no os imaginéis una comida como Dios manda, sentada a la mesa viendo las noticias y descansando, que no van por ahí los tiros. Es mas del modo, como casi de pié en la cocina, si tengo que usar el microondas que sean 25 segundos que el tiempo es oro, y rapidito a recoger que tengo que planchar o limpiar la otra media casa o tirar abajo unos tabiques para remodelar la cocina….. Eso en aproximadamente una hora que es lo que tardo yo en llegar a un hogar, donde me espera la mesa puesta y ELLA tumbada en el sillón después de haberse echado una siestecilla de entre 3 y 5 minutos. ELLA lo llama siesta, pero yo lo llamo desconexión neuronal. Antes de que yo termine de comer ha recogido la mesa, si, como os lo cuento, se ha vestido y se está llendo para «darse una vuelta». Eso cuando está, porque algunos días cuando yo llego a casa ya no está porque tiene que hacer alguna gestión de su negocio.

-¿Pero esta chica no descansa? -Ya llegaremos a eso, amigos.

Y llegan las noches, cuando ELLA llega a casa, yo ya estoy preparando la cena para los cuatro, las niñas han hecho los deberes, se han bañado si tocaba, se han puesto el pijama y hemos discutido/reñido acaloradamente/gritado varias veces así que poco tiene que hacer. Así que se cambia de ropa, termina de poner la mesa y pone otra lavadora si toca, a tal velocidad que Superman parece paralítico. Después de cenar, a un ritmo de seres humanos normales, eso sí, retoma de nuevo el ritmo recogiendo la cocina, acostando a las niñas y…. lo habéis adivinado, tendiendo la lavadora, la ropa sólo… Tras eso llega nuestro momento, un poquito de charla, qué tal ha ido el día, qué capullas son las niñas, qué monas son las niñas, si pero qué capullas, también, qué vamos a ver en la tele, mejor una serie, vale pero cual, pues esta, ah, bueno, si, me apetece, calla que empieza y….. ahora es cuando ELLA descansa. Ya no es capar de seguir el ritmo y es tumbarse en el sofá, empezar a ver algo en la tele y zzzzzzzzzzzz, animalito. En honor a la verdad, debo decir que hay veces que si que ve alguna serie conmigo, alguno de esos días de actividad moderada y si la serie en cuestión le gusta mucho.Los fines de semana es un poco más de lo mismo, llevamos ritmos distintos, ELLA se levanta antes, con las niñas, y tiene entonces su momento de hacer cosas. Como el día a día ya está superado, ELLA aprovecha para otros quehaceres como organizar armarios o repintar el mobiliario doméstico. Cuando yo me levanto, intento ponerme al día, seguir su ritmo, desayuno y ella desaparece, cuando termino y voy a hacer la cama, la cama ya está hecha y ELLA se está duchando, cuando yo me ducho la oigo decir… -Ahora vuelvo, cari!!!!! y cuando salgo de la ducha y me visto ya está de vuelta. Algunas veces no sé siquiera si se ha ido de verdad o si era una coña, pero dado el panorama, doy por hecho que ha sido capaz de irse a La Roda a por «Miguelitos» y volver en tiempo record.

– ¿Pero entonces tú haces algo? -Bueno, la observo y….

Cuando compartimos el espacio y el tiempo, al fin!, es cuando tengo esa sensación de la que os hablaba al principio, de ir a cámara lenta, yo intento hacer cosas, de hecho, las hago, pero a su lado voy renqueante, y torpe, y a trompicones. No se si la verdadera velocidad es la suya o la mía pero en eficiencia, gana ELLA por KO absoluto. Mi vida a su alrededor no es aburrida, y hasta cierto punto es fácil y cómoda, ELLA se encarga de todo de lo que su rendimiento XL es capaz, yo del resto y de lo que ELLA me manda. Y todo esto haciendo la vida sencilla y sin reproches…, o al menos, si vienen a esa velocidad, yo no los oigo.

Ahora que me paro unos minutos a pensar, porque yo soy de pararme, eso que quede claro, recuerdo cuando yo era pequeño y mi padre me llevaba a la estación de Atocha a ver salir y llegar los trenes. Esa misma sensación de constante movimiento es la que tengo en casa, en la que yo soy un Talgo y ELLA es el AVE. Lo mejor de esto es que si vamos por vías distintas, no corremos el riesgo de colisionar.

Hasta pronto,
J

Autosatisfacción fotográfica

Una cosa extraña que te pasa cuando superas ciertas barreras, la de la edad por ejemplo, es que empiezas a darte cuenta que tus gustos comienzan a cambiar de manera radical, lo que antes te gustaba ahora te horroriza, y lo que antes era «lo peor» ahora, visto desde otra perspectiva, te parece «lo mejor del mundo mundial». ¿Por qué pasa eso? ¿Por que nos volvemos tan volubles? y ¿por qué nuestros gustos cambian? Porque cambian, eso es seguro.
En unas ocasiones los cambios son mas bien sutiles, como signo de madurez, de asentamiento social, de adaptación a los nuevos tiempos y de reflexión. Por ejemplo, yo siempre he querido tener mascotas (luego tuve a las niñas y se me quitaron las ganas de más compañía) y ahora ni lo considero, creo que no tengo el entorno ideal para cuidar de un perro o de un gato y mucho menos ganas de salir a deshora a pasear a nadie y recoger sus cacas con una bolsa de plástico (que ya he dicho que desde que tuve a las niñas y a sus pañales me saturé de cacas y de bolsas de plástico).
Y en otros casos son cambios radicales que principalmente vienen ligados a las modas pasajeras, los momentos vividos y la idealización del pasado. Todos recordamos cuando nos sentíamos super buenorros, cuando no se nos resistía nadie y creíamos que nos íbamos a comer el mundo de lo molones que nos creíamos hasta de te das un golpe contra la realidad y descubres, vía fotográfica que tu look, con la perspectiva de los años, era de todo menos molón, que de buenorros hemos pasado a monillos y eso de que no se resistía nadie….sería a salir corriendo al vernos con esas pintas. Para eso de la estética el pasado es una mierda.
A mi por eso nunca me han gustado las fotos. Bueno, en concreto, hacerme fotos. Principalmente porque siempre salía mal.
-Es que eres poco fotogénico! -Decía algún iluminado- No si ya….
-Pero si estás muy gracioso…. -Eso era peor, claro. Sin comentarios.
Y lo peor, de lo peor de todo:
-Uy, que pena, con lo chula que es la foto y tu con esa carilla- Pero serás faltón y gilipollas….!!!
Ahora, en la actualidad, mi problema es otro.
-¡No irás a decir que ahora sales bien en las fotos! -Pues no, señora, no iba por ahí.
Mi problema actual es que no salgo en las fotos. Esto también hay que aclararlo ya que no se trata de un problema como el de los vampiros que no se reflejan en los espejos. A mi si me hacen una foto, claro que salgo, pero la verdad es que nadie me hace fotos. Y mira que ahora es fácil, que no existen los carretes de 24 fotos y si la jodes la jodes bien, que ahora puedes hacerlas con una cámara, con un móvil, hasta con la PSP y si no te gusta el resultado, coño, lo borras. Pero nada, me veo avocado al ostracismo fotográfico.
Me hace una gracia terrible cuando mi mujer me dice eso de…
-A ver si le hacemos unas fotos a las niñas, cari. -Que en realidad significa, a ver si le haces fotos a las niñas, cari, y de paso a mí con mis niñas, que estamos taaaan monas.
La verdad es que ella es muy dada al «nosotros» cuando quiere referirse a «tú», o sea, «yo». Y no solo en el tema de las fotos, pero eso es otra historia….
Aunque eso si que tengo que reconocérselo, la mayoría de las veces ni siquiera se plantea hacer fotos, ella prefiere disfrutar del momento, carpe diem, y listo. A mi, sin embargo, si que me gusta ir por ahí inmortalizando momentos, que salimos a tomar algo, foto. Que nos vamos de viaje, foto. Que las niñas se disfrazan, foto. Que si vamos a Madrid Río, foto. Que si….. creo que me he explicado y que no necesito poner mas ejemplos así que voy a pasar a mi reivindicación. Me encantaría que alguien de mi familia también se planteara que yo también puedo salir en las fotos, porque en las fotos en las que salgo, es porque yo las pido (qué tristeza, señores) y normalmente no me gusta el resultado.
-¿Porque sales mal? -Pues sí y no.
Sí, porque sigo sin ser fotogénico, porque no se poner cara «de foto» y porque siempre que me disparan una foto es en el peor momento, cuando saco la lengua, cuando cierro los ojos, cuando miro para otro lado o cuando me río hasta que se me ve la campanilla….
Y no, porque la mayoría de las veces lo que veo no se parece en nada a lo que yo me imagino que debería aparecer, concretando, cuando esperas salir en un primer plano, todo buenorro, irresistible y molón y lo que ves no tiene nada de molón ni de buenorro y el primer plano se ha convertido en un plano general donde apenas se te distingue, es completamente irresistible no cagarte en todo.
Pero como todo tiene solución, menos la muerte o eso dicen, no me voy a frustrar con este tema ya que he descubierto que si alguien sabe hacerme fotos, soy yo mismo. Me he convertido en un auténtico maestro de la «autofoto». Me da completamente igual el cacharro que use para tal efecto, cuando me apetece salir en una escena, me hago una foto y listo, que quiero una foto en un paisaje, autofoto con paisaje, que quiero una foto con mis hijas, autofoto con las niñas, que quiero una foto con mi mujer, autofoto con bicho. Incluso tengo autofotos de toda la familia, ahí claro no hay cabida ya para paisajes….
Quiero confesar, como la Pantoja, que me he vuelto un adicto a las autofotos, son mi placer culpable, mi «onanismo» fotográfico, y la forma mas coherente de tirar para adelante. Que ya está todo inventado señores, que no podemos apalancarnos ni quedarnos llorando en un rincón, hay que echarle huevos a la vida, mirarla de frente y sonreir. Y si nadie te inmortaliza, pues hazlo tú.
Hasta pronto,
J

La chica de los pantalones de pana rojos

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Pocas cosas tengo tan claras en mi memoria como aquellos pantalones, rojos, de pana, ceñidos, y a aquella chica morena. Es como una fotografía que continúa en mi cabeza con los colores tan nítidos como el primer día.
Qué tiempo aquel, hace tanto ya, en el que comenzamos como dos desconocidos, luego amigos, luego «los mejores amigos del mundo» y ahora somos lo que somos. Hemos estado ya más tiempo juntos que separados, aunque parece que fue ayer. En lo básico somos los mismos, madurados por la vida y las experiencia pero tan inocentes como entones, tan íntegros como entonces, tan ignorantes como entonces, tan alegres como entonces y tan felices como entonces.
En estos días se cumplen años de aquel primer encuentro, recuerdo que las clases empezaban a primeros de octubre, y hoy hace años que nos juramos amor eterno, que así escrito queda muy cursi, pero coño, era eso los que dijimos, para lo bueno y para lo malo. Y qué decir de todos estos años en los que hemos crecido juntos, hemos jugado juntos, hemos evolucionado juntos, nos hemos reproducido juntos (dos veces) y hemos mirado siempre en la misma dirección, …por las buenas o por las malas.  Pues que se han pasado volando! Algunos dirán que el tiempo vuela cuando mejor te lo pasas, y creo que van a tener razón.
No puedo imaginar como habría sido mi vida sin la chica del pantalón de pana rojo, que no soy vidente, señora!. Pero si puedo rememorar como ha sido con ella, y ha sido b-u-e-n-a. ¿qué mas se puede pedir a una relación?
Unos dirán -que cada día sea único. -Con ella lo es, señores.
Otros dirán -cumplir todos tus sueños. -Con ella están cumplidos, y los que no, están cumpliéndose.
Y los más listos preguntarán -¿Y pasa con la pasión? -¿Pasión dicen? Con ella hay para dar y tomar, hay amaneceres, hay siestas y atardeceres, hay camas y sofás, hay habitaciones y cocinas, baños y pasillos, coches y ascensores…. y escaleras.
A la chica de los pantalones de pana rojos le digo, gracias por entrar en mi vida, gracias por quedarte, gracias por mis dos princesas y gracias por saber aguantarme.
Hoy alguien me ha preguntado como lo iba a celebrar, lo del aniversario, vamos. Y yo he dicho, ¿celebrar? hoy no hay nada que celebrar, nosotros celebramos todos los días. Y han insistido, pero ¿algún regalo? a lo que yo he respondido, ¿regalo? pero si su vida a mi lado es un regalo!!!!!!
A ti, hasta dentro de un rato, a los demás, hasta pronto.
J

El proyecto "Tiendebragas"

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Hoy me he despertado en la cama de mi hija pequeña, a eso de las 3:00 a.m. me ha echado de la mía con la excusa de que tenía miedo y que necesitaba dormir con su mamá. Por no discutir a esas horas, he aceptado el cambio, qué remedio!
Mi mujer ya se iba a trabajar, tiene su propia tienda y debido a eso yo solicité en mi trabajo reducción de jornada (y sueldo) para hacerme cargo de mis «hermosas criaturas», paternidad responsable y conciliación familiar, lo llaman. El caso es que ella se iba y se notaba que antes ya había discutido con las niñas. Así que ese era el escenario que me encontré, con mi sueño, mis ojeras y mi pelo revuelto.
Luego, la lluvia, todo indicaba que no íbamos a salir por la mañana a dar una vuelta así que las niñas a jugar a su habitación, antes de eso ya había discutido yo también con las niñas, que si la grasa de los churros, que si te laves la cara, que si no te quites los calcetines, que si…… como un sábado cualquiera, vamos. A todo esto, mi mujer había dejado puesta una lavadora «de blanco» que ya había terminado y avisaba pitando como de costumbre, ¡cómo odio esa forma de avisar que tienen los electrodomésticos modernos!
Cuando estaba tendiendo la colada en nuestro tendedero de interior de IKEA tomé realidad de mi mismo, oía de fondo como las niñas gritaban/cantaban/lloraban/peleaban como sólo los niños saben hacerlo y yo con unas bragas en la mano izquierda y una pinza de madera en la derecha. Si no recuerdo mal, era la braga número 12 que tendía y pensé….¿cuando me he convertido en mi mujer? no, peor, ¿¿¿Cuándo me he convertido en mi MADRE???  tendí la puñetera braga y me dije: Esto tengo que contarlo, voy a empezar a escribir un blog con mis vicisitudes y mis cuarenta años glamurosos entre niñas, mujer y bragas.
Durante toda la mañana este blog se tituló «tiendebragas», luego, tuve una revelación. Estaba durmiendo la siesta, esta vez en mi cama, y se me apareció mi abuela. Me dijo:
-Hijo, ¿es verdad que vas a escribir un blog?
-Sí, abuela -contesté
-¿Y vas a hablar de tus cosas?
-Mmmm, sí, abuela.
-Pero ¿acaso tú eres escritor?
-Mmmmm, no, abuela.
-¿Y eres uno de esos tipos conectados con las nuevas tecnologías? -me preguntó condescendiente.
No supe que responderle, así que en lugar de hacerlo, me incorporé y le dije:
-Pero abuela, ¿tú que sabrás de estas cosas, si nunca has sido moderna y además, ya estás muerta?
-Hijo -me contestó -solo quiero que si haces las cosas, las hagas bien, y eso de las bragas está muy feo.
-Ahhhh, -respondí yo de nuevo sin palabras.
Cuando me desperté ya había consultado todo lo consultable con la almohada, seguía teniendo ganas de escribir el blog, pero ya dudaba del nombre, ¿y si mi abuela tenía razón?…. en realidad, yo hago más cosas que tender bragas…..
Momento actual, estoy escuchando Breathe Me de Sia, y a punto de finalizar mi primer post.De ahora en adelante, espero encontrarme con gente como tú, que no se conforma, que quiere aprovechar las oportunidades, que cree que los 40 son los nuevos 30, que han descubierto su ambición tarde, que se plantean un cambio y que, como decía mi abuela, quieren hacer cosas y hacerlas bien.
Hasta pronto.
J