Yo no soy el que era… y mi madre lo sabe

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Pues eso mismo.

Y la verdad es que podéis analizar la frase y quedaros con todo el contenido posible y a lo mejor sería mucho mejor que un post entero lleno de información. Pero como soy muy egocéntrico, y me encanta hablar de mí mismo, creo que voy a desarrollar el tema.

De todos es sabido que una madre es un ser superior, una MADRE sabe tus cosas antes que tú, incluso antes de que te sucedan e incluso antes de… vamos, siempre antes. Mi madre, por ejemplo, siempre ha presumido de que cuando estaba embarazada de mí, soñó un par de noches con su retoño y era clavadito al bebé rubio, gordo y adorable que era yo cuando tenía unos meses. ¿Premonición? ¿Brujería? No, cosas de madre.

Ellas te miran a los ojos y saben que te pasa, si estás contento, si estás triste, si has ligado, si has aprobado, si has suspendido e incluso lo que has comido. Ellas son así, saben hasta lo que piensas, aunque tu te creas que no piensas eso… Mi madre decía que yo era racista, no se en que se basaba y yo lo he negado siempre.

-No, mamá, te pongas como te pongas, no soy racista, nunca lo he sido.

-Si que lo eres, a una madre no se le engaña, y yo se que no te hacen gracia esos negritos…

Y ante eso de que a una madre no se le engaña no se puede añadir nada, podrías discutir hasta entrar en bucle pero sabemos que la paciencia de una MADRE es infinita, inextricable e inexpugnable. Y yo, pues seré racista… si ella lo dice. Menos mal que no me ha dicho que soy negro, o gay, o de derechas… o todo junto.

Lo que tengo comprobado es que si algo no llevan bien las MADRES es que las cosas se escapen a su control matriarcal y que sus pequeños lleven una vida ajena a ellas y a su área de influencia. Lo llevan bien cuando te independizas, te casas, te emancipas, te arrejuntas o lo que sea porque ellas saben que forma parte de la evolución y de la vida y te apoyan en tus decisiones, pero también sufren. Y mucho.

Sufren porque no estás bajo su amparo, con todo lo bueno y lo malo que puede ser eso. Y sufren porque te transformas, mutas, ajeno a su control. Cuando una MADRE se da cuenta de que el bebé que ella ha parido, ha criado, ha desarrollado, ha criado y ha puesto las alas para que pueda volar libre empieza a tener una comportamiento distinto, aunque sea solo un ápice, lo pasan mal. No porque pierdan influencia o porque se sientan apartadas, sino porque tienen la sensación de que su hijo ya no es quién ella creía que era.

En el fondo son perfectamente conscientes de que la vida es puro cambio y que las personas crecemos y variamos, porque ellas también han sido hijas y lo han hecho, pero entendedme, es un momento… de ruptura. Y eso duele. Cortar los lazos, duele, cortar el cordón umbilical, duele, sentir el cambio, duele. No frustra, ni es un dolor desgarrador de los que no te dejan vivir, es algo más interno, más de entraña, más de fondo, como un click ahí dentro que indica que ya no hay vuelta atrás.

Yo noto que mi madre, mis padres en general, están muy orgullosos de mí, de la vida que llevo, de como me comporto, de como he crecido como persona, y de las cosas que hago. Mis padres fliparon cuando les dije que había empezado a escribir un blog, porque fue a posteriori, que yo me lanzo a hacer las cosas sin decir ni pío y luego ya me exhibo, y disfrutan hasta el éxtasis cada vez que mi hermana o yo mismo les leemos alguna de las entradas, si son familiares e íntimas mucho mejor. Y la forma en que me miran todo orgullosos de esta nueva faceta, desconocida para ellos y para mi…

Recientemente mi madre me ha dicho que le encantaría verme correr. Si lo del blog le entusiasmó, lo de ser medio runner la tiene totalmente descolocada, yo no he hecho deporte en mi vida y ella lo sabe, como no. Quizá, solo quizá, en el fondo se cree que le estoy tomando el pelo, que eso de las zapatillas de colorines y de las carreras los domingos por la mañana temprano, ¡POR LA MAÑANA TEMPRANO!, es producto de mi imaginación. Y si ella lo dice, será cierto.

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Tú a mi no me engañas….

-Tu no eres runner, hijo. Si has sido un «parao» toda tu vida.

-Que ya no, mamá, que ahora salgo a correr unas tres veces a la semana y….

-A una madre no se le engaña, y yo se que a ti no te hace gracia eso del deporte.

Pero claro, existe esa parte de la que hablaba antes, esa ausencia, esa distancia, esa laguna profunda que nos separa y de la que ella ya no tiene referencia, que le hacen pensar que quizá si que es posible que su hijo, el que dibujaba si parar, hasta casi perder la vista, ahora escribe un blog, que su hijo, el que era una rareza reservada e introvertida, ahora se relaciona con un montón de personas distintas tanto ON como OFF line, que su hijo, el sedentario, ahora corre sin que le persigan.

Ella sabe todo eso. Sabe que he cambiado, que sigo siendo en esencia ese pequeño rubio, gordo y adorable niñito y es consciente de la evolución, a su pesar. Pero también sabe que los cambios han sido para mejor y que no se deben a injerencias extrañas, abducciones o sectarismos, que soy el de siempre pero en versión mejorada. El hijo 2.0, lo que sea que eso signifique (si significa algo).

Y eso que nos sucede es bueno, es genial sorprender y ver en sus ojos ese pequeño atisbo de descoloque mezclado con un montón de sensaciones bonitas. Y para celebrarlo voy a poner una canción que se titula  «Mama Said», la canta el grupo danés Lukas Graham y habla de todas estas cosas de madres, padres e hijos, de crecer, evolucionar y sorprender.

¿Os ha gustado la canción, el post? ¿No os ha gustado nada? No dudéis, comentadlo y charlemos, que no se os quede dentro, vuestra madre lo sabrá y no estará contenta….

Hasta pronto,

J

14 respuestas a “Yo no soy el que era… y mi madre lo sabe

    1. Hola Susana,

      La verdad es que ha surgido de repente, el otro día fue cuando me dijo lo de verme correr y lo que ha escrito es lo que vi reflejado en su cara y en la entonación de su voz. Todo lo demás es literatura, jajajaja.
      Gracias por pasarte, un abrazo!!!

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  1. Las mamas y los papas siempre creemos conocer muy bien a nuestros hijos y los sobrevaloramos , hasta q con suerte lo mas q podemos conseguir es q sean normales (que no es poco).
    No hay situacion mas ridicula q oir a unos papas echar flores a sus hijos delante de los papas de otros q por educacion se callan pero piensan
    «quien coño les habra engañao a estos»
    En fin tu ya sabes q somos grandes promesas q acabamos siendo tristes realidades.
    Saludos a tu mami.
    Grande mi Juan.
    Fdo.
    Una triste realidad.

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    1. Ay MIpe, no seas tan negativo. No siempre terminamos siendo tristes realidades, solo realidades no fantasiosas, que sean triste o no depende de nosotros, de lo idealizado que tengamos el «hasta donde queríamos llegar» o «lo que éramos…»
      Es cierto que los padres somos un poco pringaos que solo conocemos una cara de nuestros hijos, la que nos ponen en casa y que a veces abusamos de esa aparente candidez y nos atrevemos a promulgar sus virtudes, que quizá no sean tanto y quedemos en ridículo, pero es que ser padre es un poco ridículo en sí mismo, jajajajajaja.
      Un abrazaco!!!!

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  2. Reblogueó esto en El Blog de Juliette Tourmalety comentado:
    Os confieso una cosa. Esta semana Juliette no ha podido preparar una entrada «en condiciones», pero como no ha parado de sonarle en la cabeza una canción que descubrió en el blog de su colega Juanan, ha entrado con la intención de rebloguear dicha entrada… Pero se he topado con esta otra nueva que también le ha encantado y como Juliette es muy de compartir, os lo quiere presentar.
    Como si de una estrella invitada se tratara, aquí tenéis a Juanan y su «Qué glamour hay en esto?» ¡Espero que os guste!
    Pdta. Si tenéis curiosidad por la cantante que nos tiene «subyugadas» (a Juliette y a mi), buscad la entrada de LP… 😉

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  3. Pues eso, Juanan, que te he reblogueado,.. Seguramente mi madre me diría que he abusado de tu confianza, pero es que… yo tampoco soy la que era… De todas formas, leyendo tu entrada y ahora que me encuentro en esa doble vertiente, unas veces madre y otras hija… uf! los sentimientos son contradictorios… ¡Por cierto! El nuevo descubrimiento musical tampoco lo conocía y también me ha entusiasmado ¡que lo sepas!
    Un abrazo 🙂

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    1. Hola Carmen!, me encanta que lo hayas hecho. Para mí los post que escribo son como pequeños hijitos que me gusta que nazcan, crezcan y vuelen, así que has hecho perfecto.
      Es cierto que es contradictorio eso de ser padre/hijo y a veces exiges unas cosas a unos o a otros sin distinción.
      Me alegro que también te haya gustado Lukas Graham, si es que la vida es «un descubrir» 😀
      Un abrazo!!!

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  4. ¿El post? Claro que me ha encantado xD Y a ver, seamos sinceros, claro que no te gusta madrugar para salir a correr, tu madre tiene razón. Pero es que NADIE le gusta realmente, lo hacemos porque es sano y porque nos hace sentir mejor por razones químas y de autoestima pero joder, ¿quién prefiere correr a intentar comerse la hamburguesa más grande que preparen en su barrio? xD

    Si es que estas madres… jajaja

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    1. Hola Holden, la madres son sabias, muuuuuy sabias, como catedráticos 😀
      Es cierto que a nadie nos gusta salir a hacer deporte, es una lucha contra nuestra naturaleza pero estoy contigo que la sensación cuando acabas es muy reconfortante. Yo disfruto a tope de mis agujetas porque sé lo que implican… eso sí, mi madre ya por otro camino y me mira raro. En el fondo imagino que ella cree que me debí dar un golpe en la cabeza cuando ella no estaba y que por eso actúo de una forma tan…. tan… tan.. distinta.
      ¿O quizá me abdujeron de camino al instituto???? Seguro que para ella sería más sencillo explicarse según que cosa 😀 😀
      Un abrazo!!!

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  5. ¡Qué bonito Juanan! Sí que es verdad que las madres lo saben todo, y lo de las abuelas ya es jugar en otra liga. Pero también es cierto que las nuevas tecnologías y los cambios que traen aparejados se les queda a veces lejos…

    Me alegra enormemente que hagas partícipe a tu madre de tus cambios para mejor, como bien dices. ¡Disfruta compartiendo con ella! Y con tu padre, seguro que lo agradecéis todos.

    Y seguro que se sienten más orgullosos aún de su hijo, si cabe 😉
    ¡Un besote enorme!

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  6. Hola Patri,
    Es verdad, las abuelas juegan en otra liga, ya desde la atalaya de personas mayores se permiten cada lujo, jajajaja.
    Realmente tanto mi madre como mi padre son conscientes de mis cambios y estan orgullosos de ellos, lo que pasa es que mi madre da mas juego, mi padre es un encanto, una de esas personas que te hacen las cosas fáciles y que no ponen nada en duda, ni siquiera su vida 😀 Pero mi madre es más de extrañarse y de discutir, jajaja.
    Yo se que están orgullosos, se les nota. Son un encanto y disfrutaré de esto todo el tiempo que estemos juntos.
    Un abrazo!!!

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  7. Pingback: Cuatro

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