Dice el refrán que «en abril, aguas mil». Pero yo, desde que vi este vídeo…
…Soy mucho mas de «abril…cerral» Donde va a parar!
Y aquí estamos, otro mes que nos ha caído encima, un mes primaveral y revuelto. No me creéis cuando digo que se nos va el año pero mira, hace nada estábamos con la uvas y ya estamos en el cuarto mes.
También esto de abril-cerral me viene al pelo para contaros algo. Uno de los cambios que hemos sufrido a nivel familiar ha sido el cierre de la tienda que llevaba mi mujer, ya no volveré a ser empresario consorte nunca más, snif, snif. Las cosas de la vida, la ilusión con la que hace cinco años abrimos el negocio se ha transformado en ansiedad, en angustia, en desilusión y en incertidumbre. Al final la realidad se ha impuesto y hemos tomado la que, para nosotros en este momento, es la decisión mas acertada. Han sido cinco años buenos y malos a partes iguales pero sobre todo, cinco años de aprendizaje. Muchas cosas han fallado y muchas hemos hecho bien pero eso ya es historia.
Como somos muy teatrales, el mismo día de la inauguración, el once de marzo, colgamos el cartel de liquidación y el mismo día 31 de marzo se echó el cierre cerrando una etapa más. Porque la vida, ya me lo decía una amiga, no es más que eso, etapas que vamos pasando.
Nosotros ya hemos pasado nuestro luto, lo peor ha sido tomar la decisión, pero no somos de recrearnos en lo malo así que lo que pasó, pasó y ya estamos enfocados en el futuro. Ahora el refrán que nos gusta es el de que «cuando una puerta se cierra, otra se abre».
Y hasta aquí la sección cambios, a partir de ahora todo alegría, locura y diversión.
Amigas, amigos, me he hecho fan de Susan Brown.
Seguramente vosotros no la conoceréis pero os voy a contar su historia, bueno, más bien os voy a relatar un pasaje de ella, el más grande.
El tema es que Susan Brown, jubilada inglesa de 65 años y su esposo, de 69, se habían embarcado en el crucero Marco Polo que hacía un recorrido de 32 días desde las Indias Occidentales. En la escala que hicieron en Madeira, Portugal, la pareja discutió acaloradamente y decidieron poner fin a su periplo e incluso a su relación. En el aeropuerto de la ciudad portuguesa trataron de comprar unos billetes de avión para volver a su hogar, el marido la mandó más o menos a freír espárragos y le dijo que mejor él cogería un taxi de vuelta al puerto y que embarcaría de nuevo.
La mujer sola en el aeropuerto decidió seguir a su marido hacia el crucero y cuando llegó al embarcadero descubrió que ya había zarpado.
Hasta aquí todo bien, ¿no? Si esto no fuera la vida real sino un libro de los de «elige tu propia aventura», las opciones para continuar el relato serían las siguientes:
A. ¿Volverías al aeropuerto, comprarías un billete de vuelta a tu país y te largarías en el primer vuelo disponible?
B. ¿Mandarías a tu marido al carajo, te pasearías por las tabernas del puerto hasta encontrar a un atractivo portugués y te quedarías en la isla forever and ever, living la vida loca?
C. ¿Tratarías de alcanzar el crucero a nado?
Pues sí, como imagináis, Susan Brown, eligió la opción C. #EstamosLocos? pues sí, una hartá, mogollón, mazo, como una puta cabra, o quizá enajenados, enloquecios o borrachos.
La señora, con lo puesto y aferrada a su bolso de mano, se lanzó a las frías aguas del Atlántico en plena noche y puso velocidad de crucero para ver si alcanzaba al barco y a su esposo.
Cuatro horas después la rescataron, aún aferrada a su bolso de mano, unos pescadores alertados por los gritos de la buena mujer. ¿No es para quererla? Yo la adoro. Es que me la he imaginado en plan la «Superabuela» nadando a toda velocidad, llegando al crucero, y llamando al casco…
Toc, toc, toc!
Y entonando en su perfecto y británico ingles:
–«Could you please help me board the cruise?»
Así entre nosotros os diré que me meo de la risa con esa señora, que grande, que loca, que histérica, que cachonda.
Aunque para cachondo el marido, que le dijo que se volvía al crucero y en realidad se fue en el avión. Y mientras su esposa nadaba y nadaba el tío pidiéndose gintonics caminito del mismísimo Londres, y tan a gusto. No me quiero ni imaginar como sería el reencuentro. O sí, claro que sí.
«Lo que Dios ha unido, que no lo separe… ¿El mar?»
Y ahora os toca a vosotros, ¿qué os parece la locura de Susan Brown? ¿Son del tipo de cosas que vosotros habéis hecho por amor? ¿Qué esto se queda corto? Pues contádmelo, contádmelo. Charlemos.
Hasta pronto,
J
Que glamour hay en esto? 
Oye?? Mira la señora!!! Lo curioso es como salió viva de esta, después de tanto tiempo en el mar… 🤔, pero bueno, yo habría elegido la opción B sin duda alguna!!! Al coñete con el marido!! Curiosa historia!! Un bsin guapetón 😉
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Hola Yoli, para que veas, siempre hay gente con huevos y muy poca cabeza, jajajaja.
Pero menuda experiencia, por lo menos salió viva de esta gracias a los pescadores que la pudieron rescatar. La leche, vamos. Yo nunca hubiera elegido esa opción 😀
Un abrazo!!!
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El video lo vi hace mucho mucho tiempo y me di una jartá de reír que no está en los escritos. Te comento…. la chica que concursaba, es de un pueblo de Murcia, llamado Jumilla. Allí todos acaban algunas palabras con la L, de ahí que dijera, cerral. Porque para ellos Abril, lo entienden a parte de como un mes, también como la acción de abrir. Pero terminado en L. Total, que la muchacha insistió en responder una y otra vez lo mismo, jajaja.
Me quedo con la opción C, vamos, que sería igualica que la Abuela…. pelillos a la mar!
Un abrazo a los dos y pa’lante!
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Hola Eowyn, ahora tiene más sentido lo de abril cerral, pero a mi me hubiera pasado lo mismo que a Elena Furiase, me hubiera partido de risa. Cada vez que lo veo me meo, no se si por la anécdota en sí o por la risa contagiosa.
Muchas gracias por los ánimos.
Un abrazo!!!
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Hola mio Juan.
Lo de la tienda ya sabes mi opinion…» demasio ,glamour,estlilo y saber estar para la zona..aqui solo venden los chinos!! Peroooooo eso ya paso!!
Yo no se q hubiera hecho en el caso de la Sra…..
Quedarme con joven y apuesto lusitano..no es mala! Y a su edad es bueniiisiiima..
La C no es posible…antes habria q depilarse cortarse las uñas hacer dieta uffff..no lo veo!!!!
Creo q me quedaria llorando en el.puerto!!
T quiero mi Juan.
Sin parangon el mio Juan.
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Ay Mipe, lo de quedarte esperando en el puerto, como la loca del muelle de San Blas de Maná o la Penélope de Serrat, espera que te espera hasta que yo no hay esperanza ni cordura. Qué bonitoooooo!!!
Un abrazo!!!
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Lo.primero, lo primerisimo, es darte las gracias, porque son las 22.40, ya hemos cenado, yo he tenido un domingo aburrido no, aburridisimo. Y ha sido leer la segunda parte del post y empezar a reirme a carcajadas que casi me meo, pero de verdad. Mi marido, que esta al lado en su fútbol me mira sonriendose, es que ya esta acostumbrado… Que bueno! Que hubiera hecho yoooo? Yo hubiera cogido el avion, y al llegar a casa, cambio la cerradura!!!
Lo de la tienda, enhorabuena, primero por tomar una decisión, que ya es un triunfo, y luego por haber sido tan valiente tu mujer, porque haber mantenido una tienda abierta estos ultimos cinco años, tela. Ahora a respirar hondo y eso, juerga y desenfreno, jajaja.
Un beso, y lo repito, gracias!!
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Hola Vancouver, muchas gracias por tus ánimos, hemos cerrado una etapa y no podemos entretenernos en lo pasado, hay que mirar palante con optimismo, que la vida es muy larga y da muchas vueltas.
Me alegro un montón que la historia de super Susan te haya animado el domingo.
Un abrazo!!!
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¡Vaya con Susan! Eso es tenerlos bien puestos y lo demás son tonterías. Yo el reencuentro me lo imagino a ella pegándole boinazos y llamándole de todo, pero sin perder la compostura (inglesa).
Respecto a la tienda de tu mujer, es una pena. Imagino que en su momento fue una decisión muy meditada que os haría ilusión. Pero si había llegado al punto de no compensar y de ser fuente de angustias, lo mejor era pasar página…
¡Mucho ánimo Juanan! Y a por abril, que no se nos escape sin vivirlo 😉
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Hola Patri,
Ya está hecho, estamos enfocados en el futuro y a ver que tal. Siempre con optimismo. Muchas gracias por los ánimos.
Muy bueno lo de Susan pegandole boinazos al marido, jajajaja.
Un abrazo!!!
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Es que… cómo somos las Susanas oyesss. Pues yo también me volvía en avión y patada culo, hombreporfavó. Gracias por hacerme sonreír en un día en el que para variar, sólo ha habido malas noticias y se han ido dos grandes.
Jailoviu y lo sabes 😉
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Hola Susana, ya ves amiga, que parece que la Susan Brown es del mismo Bilbao, pues.
Me alegro que te haya animado, yo también te jailoviu verimach. 🙂
Un abrazo!!!
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Muy muy fan del vídeo, joder… que risas me he pegado en un momento.
Siento mucho lo de la tiendita, de verdad que sí. Espero que como bien dices sea solo una etapa y que pronto encuentre tu mujer la ilusión por volver a empezar con algo nuevo. Y siento que hayas perdido tu título de empresario consorte, es una gran putada.
Y al tema que nos ocupa, cuando leí la noticia por primera vez no me lo podía creer… es que es buenísima XD Olé la ancianita y sus narices, si le llega a salir bien los del crucero se habrían quedado absolutamente locos 😀
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Hola Holden, la verdad que perder el título de empresario consorte es lo que mas me jode de este proceso, mira que le estaba yo dando uso y disfrute… pero na, tio. Bye Bye. el resto poco a poco, bien de ánimos y con la vista puesta en el futuro y en empezar una nueva etapa.
Lo de la señora tiene lo suyo, ¿que se le pasaría por la cabeza????? Es que macho, ¿como se podía imaginar que iba a alcanzar al crucero? y si lo alcanzaba ¿como coño iba a subirse? joer, que no es una zodiac, que por otro lado yo creo ni ahí sería capaz de subirme.
Yo me veo como Leo di Caprio en Titanic, agarraito a la madera esa y con los huevos helados 😀
Un abrazo!!!
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