Los vampiros son sexys, ¿no creéis?
Son, bajo mi punto de vista, las criaturas fantásticas más estimulantes, peligrosas, magnéticas y sexuales. No se si será por lo de los mordiscos, que tiene su punto, por lo de vivir solo de noche, por el peligro constante, por el rojo de la sangre o por su blanca palidez, pero el caso es que donde estén un buen vampiro y una buena vampiresa, que se quite cualquier hombre lobo, momia, ménade, cambiante, hada, fantasma, duende o similar.
Pero claro, es que el cine y las series de televisión que versan sobre esta temática siempre nos presentan a estos seres en el envoltorio más deseable, los actores y actrices más potentes, chulazos, despampanantes y voluptuosos que puedas encontrar. En el mundo occidental moderno no hay vampiro feo, salvando al pobre Nosferatu que era la excepción y la definición correcta de «criatura» de la noche. Si hasta el mismísimo Christopher Lee, el mítico Drácula, era una tiarrón de los de su época. Con ese plantel y ese planteamiento no hay quien no caiga rendido, yo lo haría a las primeras de cambio, soy muy facilón en lo que vampirismo se refiere.
Y eso que hace muchos, muchos años, cuando yo era un tierno adolescente, me cagaba de miedo cada vez que una criatura de estas hacía su aparición por el pantalla de televisión de casa, no podía dejar de mirar las películas en las que aparecían y por la noche, no podía dormir esperando a que algún vampiro se pasara por mi ventana dispuesto a destrozar mi aorta. Ahora es distinto, quizá sea la posibilidad de vivir para siempre o la de sentirme fuerte y guapo de por vida, pero no tengo tantos remilgos, incluso duermo con la ventana abierta y con el cuello destapado, a lo loco.
Como está demostrado que esto es un filón, la industria del cine internacional no deja descansar durante mucho tiempo a los pobres «chupasangres» y periódicamente nos presentan renovadas versiones, muchas son las que me han llamado la atención sobre esto de los vampiros, como la película británica «El Ansia» (1983), con Catherine Deneuve, Susan Sarandon y David Bowie.
O como «Jóvenes Ocultos» (1987), con esa pandilla de vampiros jóvenes y cabroncetes protagonizada por Kiefer Sutherland, Jason Patrick, Corey Haim, Corey Feldman y Jami Gertz. Años 80 en todo su esplendor.
Sin poder olvidarnos del famoso «Drácula, de Bram Stoker» (1992) dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Gary Oldman y Winona Ryder.
Ni de la mítica «Entrevista con el Vampiro» (1994), pedazo de superproducción donde se tiró la casa por la ventana y excelentemente protagonizada por Tom Cruise, Brad Pitt, Christian Slater, Antonio Banderas y Kirsten Dunst y que incluye en su banda sonora una canción potente y portentosa, el «Sympathy for de Devil» de Rolling Stones versionado para la ocasión por Guns N’ Roses. (¿Alguien se había olvidado de que hoy tocaba post musical?)
¿Y qué decir de la sobre la locura vampirista y mexicana de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino en «Abierto hasta el Amanacer» (1996)? Protagonizada por el propio Quentin acompañado de George Clooney y Salma Hayek dejó en nuestra retina una escena tremenda de un baile y una serpiente…
En todas estas películas, los vampiros son lo que son, el mal reencarnado, los depredadores, la parte oscura, el peligro y la muerte, no escapan a su identidad y por eso los queremos. Como también queremos a los vampiros evolucionados y que nos muestran su faceta mas «humana», cándida, empática, cómplice y amigable sin renunciar a su naturaleza, como nos muestran algunos personajes de las series de televisión donde les permiten desarrollarse, vivir, e incluso, enamorarse.
En «Casi Humanos», el vampiro Aidan desea controlar su parte sobrenatural y para ello comparte piso con un hombre lobo y una fantasma, uno para todos y todos para uno…
En «True Blood», la extraña Sookie Stackhouse se enamora del vampiro bueno…. y del vampiro malo, y de un hombre lobo… es que siete temporadas dan para mucho. Sobre todo, para mucha sangre y para mucho sexo.
Y en «Crónicas Vampíricas», la dulce Helena, primero humana y después vampiresa, se debate entre el amor de dos hermosos hermanos vampiros. Está claro que cuando se prueba a uno de estos, no se puede dejar…
Vengan como vengan, buenos o malos, guapos o re-guapos, los vampiros molan, en mi casa molan y hasta aquí mi pequeño homenaje, hay mucho más está claro, así que te animo a que continúes con la lista.
Yo me despido haciéndome eco de la canción principal de la banda sonora de «Drácula, de Bram Stoker», una preciosa e inquietante balada interpretada por Annie Lenox, «Love song for a Vampire», que la disfrutéis.
Ahora solo espero que ninguno duerma con la ventana cerrada, que hace mucho calor. No seáis tímidos y dejaos morder.
Hasta pronto,
J
Hacia tiempo que no oía la canción de Annie Lenox, este tema me gusto mucho en su día. Era de esos que oyes una y otra vez sin cansarte. Mira que soy cinéfila y el mito de los vampiros….no «me mata», jaja. Yo he sido más de Nosferatu, ese si que me dio miedo a mi con diez años cuando lo vi por primera vez. True blood, mucha sangre y muchos sexo y además mi adorada Jessica Clark, vale, haré un esfuerzo. Buen finde, mi héroe.
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Hola Montse, he tardado una eternidad en localizar a Jessica Clark en la serie, jajajaja.
True Blood es una locura y muy descarada pero merece la pena, a mi me encantó aunque tiene algunas temporadas un poco cogidas por los pelos.
El tema de Annie Lennox me encanta y me inquieta, me alegro que a tí también te gustase.
Un abrazo!!!
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Que te diré ….pavoroso, siniestro pero fabulosa entrada! Jajajjaja río de nerviossssss entre atracción y temor prefiero cerrar la ventana y morir de calor! Jajajaja
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Hola Flor, me alegra que te haya gustado la entrada.
Ya sabes que si algún vampiro se acerca a tu ventana llamará para que le invites a entrar, así que ni con la ventana cerrada estás a salvo, jajajaja. 😉
Un abrazo!!!
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Jajajajajjaa ayyyyyy no!!!! La verdad me estremecen de mas!
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Entendido. Sólo cerraré la ventana en caso de extrema necesidad de aire acondicionado, no vaya a perderme a un chulazo de esos. Besos Juanan
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Hola Laura, di que sí, la vida es experimentar…. jajajaja.
Un abrazo!!!
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Cuando era chica vi la película de Lee y allí comenzó mi relación de «perversa» admiracíón, terror, fascinación y amor por siempre por los vampiros. Leí la obrs de Stoker, las obras de Reese y todo otro libro sobre el tema, además de ver la mayoría de las películas que mencionas.
En Argentina Cibrian-Mahler hicieron un musical: Drácula, que vimos tres veces, seguramente te encantaría.
No me gustan mucho los vampiros románticones de los últimos tiempos, como vos bien decís los vampiros son la maldad primitiva sin cortapisas. Deje de temerles cuando me dí cuenta que es una forma de vivir eternamente, ¿no se si la mejor? pero es una propuesta a tener en cuenta.
De una admiradora de los vampiros a otro del clan, saludos «sangrientos».
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Hola Mirta, ¡cómo me gusta! jajajaja.
Coincido contigo en que me gustan más los vampiros malos que los que se ablandan, me gusta que se dejen llevar por su naturaleza de seres superiores, esos son los que me ponen. 🙂
Me encantaría un musical sobre Drácula o sobre el vampirismo en general, sería total…. aparte de los vampiros, adoro los musicales.
Un abrazo sangriento!!!!
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jeje, a pesar de mis miedos, tranquilo, en casa se duerme con la ventana abierta en verano, pero eso sí, con un trozo de sábana cubriendo la pierna por si tengo que echar mano de ella corriendo…jajajaja….
Será lo que dices, el uso de actores despampanantes lo que las hace atractivas, pero también un buen guión. Por cierto, tengo pendiente terminar de ver True Blood, las otras dos series no las he visto y de las películas que mencionas, la de Jóvenes Ocultos… madre mía… no me acordaba de que salía también Kiefer Sutherland… lo tengo encuadrado en 24 y parece mentira…
Bueno, un saludo!!
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Hola Sonia, yo soy igual, me gusta tener la sábana a mano, jajajaja. Termina True Blood, la última temporada mola, se atan todos los cabos sueltos. Y de las pelis que he puesto, te recomiendo el Ansia.
Lo de Jóvenes Ocultos es como los Goonies pero con vampiros, jajajaja.
Un abrazo!!!
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Hola mi juan ,no se si habra vampir@s mediterraneos pero aqui alguien nos ha chupao hasta el aire para respirar y de dormir en un ataud na de na ..
en levante esperamos a los Sr@s de la noche en pelotillas tumbados en la terraza intentando dormir algo, q viene algun@ a chupar BIEN….q hoy no toca VALE..
Venga campeon q ya te huele el bigote a gambas..
Vente a chupar algo ( helaitos espetos )……u otras delicatesen a elegir !!
Eres grande y chuponcete
MI JUAN
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Hola Mipe, seguro que algún vampirillo hay por el Mediterráneo… o vampirilla.
Así que pasando caloret hasta la extenuación, vaya vaya con la playa 😉
Si, ya no me queda casi ni para regalar, jajajaj.
Un abrazo, y cuando chupe del primero mojito, me acordaré de tí!!!
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Parece que no ha salido mi anterior comentario… será cosa de algún vampirillo emocional; esos que en vez de chuparte la sangre, te comen la moral.
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Hola #Jerby, o eso o los vampiros que pululan por WordPress quedándose con los comentarios más sutiles de los comentaristas más ingeniosos. No hay que despistarse que te la lían.
Un abrazo!!!
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Ya no me quedan dudas sos un genio !!!!!!! Cariños
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Hola Hada, eso es que me miras con buenos ojos.
Un abrazo!!!
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¡Ay qué fauna más maja nos has presentado Juanan!
A mí los vampiros me provoca lo que a todos: atracción y espanto.
Como soy un poco clásica sin duda mi preferido de todos los tiempos pasados y futuros es el «Drácula» de Bram Stoker (escondía el libro debajo de la cama para no ver la portada), y la adaptación de Coppola que me hizo creer que Gary Olman, el tío más feo del planeta, estaba como un queso.
¡Un abrazo!
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Hola Mónica, es lo que tiene la atracción por lo prohibido y lo peligros. Fíjate, lo que te paso a ti con Gary Oldman me pasaba a mí con Sadie Frost, era salir esa Lucy y flipar. No se si era por la cara de viciosilla, por ser pelirroja o por ser una no-guapa/no-fea…. Y encima con colmillos. Ains.
Un abrazo!!!
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Es cierto, en estos días, la tele han puesto de moda a los vampiros, agregándoles romanticismo. Interesante artículo.
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Hola Luis, los vampiros siempre están de moda, ahora todo lo sobrenatural lo está. Y es cierto eso del romanticismo, son atractivos y la sed de sangre y el peligro los convierte en objeto de deseo. No dejan de ser una metáfora.
Un abrazo!!!
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Excelente post. A la lista le agregaría la sueca: Låt den rätte komma in (Let the Right One In), bastante original. Saludos.
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Hola Javier, me alegro que te haya gustado.
Tendré que buscar la peli que dices, no me suena de nada. ¿has visto?, ya me has generado ansia…;-)
Un abrazo!!!
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No soy muy de Vampiros (por culpa del Conde Drako de Barrio Sesamo que me daba autentico pavor) pero aun así me quedo con sus sucias encarnaciones de los 80 (Jovenes ocultos o los caminantes de la noche), con el macarra vampirico de los 90 (Cassidy de el genial cómic Predicador) y con las fetidas criaturas que ha traido la estupenda serie Penny Dreafull.
Soy más de Mad Doctors que otra cosa, pero aun así buena entrada 🙂
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Hola, me alegra que te haya gustado.
A mi de los comics que encantaba el Drácula que apareció en los Xmen, ese giant size en el que convierte a Tormenta en vampiro es para enmarcar.
Y la confesión que acabas de hacer con Barrio Sésamo… eso si que no tiene precio. 😉
Un abrazo!!!
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