Volver atrás en el tiempo tiene algunas cosas buenas y algunas cosas malas, desde luego el viaje es impredecible. Ayer hablaba, como bien recordaréis los que leísteis el post, de mis amigos del instituto, y hoy, se me ha metido en la cabeza una palabra que tiene mucha reminiscencia con aquellos días. Prisma.
¿Cómo ha llegado eso a mi mente? es algo que desarrollaré un poco más adelante, pero para redactar este post de hoy, post diario, no os olvidéis…. me he tenido que documentar. He recurrido al diccionario online de la Real Academia Española (RAE), he buscado la ya famosa palabra y me ha gustado lo que he encontrado, os resumo:
1. Geometría. Cuerpo limitado por dos polígonos planos, paralelos e iguales que se llaman bases, y por tantos paralelogramos cuantos lados tenga cada base. Si estas son triángulos, el prisma se llama triangular; si pentágonos, pentagonal,etc.
Este acepción no era la que tenía en mente pero me viene muy bien para enlazar con la época del instituto. Me he acordado que en aquella época había una etapa en que todo giraba en torno a los prismas. Yo odiaba el dibujo técnico, eso de tener que dibujar un prisma o una pirámide en planta y en alzado, con una pulcritud excepcional y a tinta me llevaba los demonios. Yo era más de la parte de plástica, cuando nos daban una plantilla con lengüetas y había que recortar, troquelar, pegar y construir la famosa figurita. Hacer esos cubos tridimensionales se me daba mucho mejor. Qué inocente era todo por entonces, aún con las cartulinas y las tijeras…
Pero hay mas…
2. Óptica. prisma triangular de cristal, que se usa para producir la reflexión, la refracción y la descomposición de la luz.
Y con este cambio de acepción de la misma palabra damos un salto de casi diez años hasta la época de la Universidad. En la carrera que yo estudié, Bellas Artes, teníamos una asignatura obligatoria que se llamaba «Iluminación» y allí volví a ver a mi amigo el prisma, esta vez, mejorado, fabricado con materiales más nobles, ya no era de cartulina, era de cristal porque servía para otra cosa.
Gracias a unos experimentos muy chulos conseguíamos descomponer la luz a través de él y así estudiar la teoría de los colores. Fue bonito, quizá lo más bonito y excitante de una asignatura mal planteada y mucho peor impartida. Pero bueno, eso pasa mucho en las Universidades, ni los profesores son «maestros» ni las materias están bien orientadas, ya no os cuento en mi Facultad, llena de artistas frustrados y sin dotes para el magisterio, en fin, una pena.
Por cierto, aquí las cosas ya eran mucho menos inocentes.
Y llegamos a la versión prisma que yo estaba buscando…
3. Punto de vista, perspectiva.
Esta es la buena, la que necesitaba. Resulta que hace unos días estaba escribiendo un comentario en el blog de mi amigo Jonatan Botello de la Serna y salió la palabreja de marras, me paré en seco y le dije que me estaba viniendo una idea para un post, y aquí está.
En ese comentario yo defendía que todos somos raros a los ojos de los que nos observan ya que tendemos a mirar las cosas desde nuestra atalaya, con nuestras convicciones y con nuestro bagaje y ahora, amplío ese argumento diciendo que eso no es bueno. O por lo menos no lo es del todo. Es correcto que cada uno tenga su forma de ver y de vivir la vida y si estamos conviviendo en sociedad, es lógico que todos nos guiemos por unos mismos valores éticos, morales y cívicos, lo cual no es óbice para pensar que nuestra forma de hacer es LA forma de hacer.
Dentro de lo que consideramos «normalidad» hay millones de vertientes, cada una por cada individuo y eso hay que respetarlo, lo contrario conduce a un enfrentamiento negativo que no va a ningún lado, solo al conflicto. Por otro lado, aceptar como válida una misma perspectiva sin entrar a valorar que hay infinidad de matices es completamente sectario, llegados a este punto no se que es peor, susto o muerte…
Las perspectivas y los opiniones son como el culo, cada uno tiene una, pero no podemos ser tan soberbios y tratar de imponer nuestra verdad como la verdad universal, es un error garrafal. Por ello, no puedes dar esperando algo a cambio ya que cada uno se entrega de una forma distinta y con un grado de intensidad diferente. No podemos valorar las reacciones normales que tiene cada individuo bajo la óptica de cómo serían la nuestras porque caeremos en el mismo dilema. Las personas somos diferentes unas de otras, nuestras reacciones también lo son y ninguna de ellas es juzgable de manera aislada.
Este mestizaje de opiniones y de reacciones debería ser enriquecedor y así hay que verlo y disfrutarlo. Para evitar juzgar a los demás según tus normas te voy a proponer otra palabra, empatía.
La empatía consiste en ponerse en lugar del otro, pero ojo, sin condescendencia y sin perder tu punto de vista, solo aceptando como bueno y posible lo que se te dice, aprendiendo y entendiendo. ¿no parece difícil, verdad? Pues lo es porque no estamos acostumbrados, nuestro prisma pesa mucho y está muy alto, y nosotros estamos allí arriba, observándolo todo.
Así que piensa en lo que te ha contado y la próxima vez que alguien reaccione de una manera que te sorprenda ponte en sus zapatos y trata de entender lo diferente que es todo, lo diferentes que somos todos.
Hasta mañana,
J
Pues llevas razón!! Debemos ser más empáticos y ponernos mas veces en el lugar del otro así comprenderiamos muchas cosas!! Muy bueno!!! Un bsin!!
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Claro que la llevo, jajajajajajaja. No es broma!!!! pero es cierto, hay que ser más empático. Todos los días nos encontramos con gente que tiene reacciones extrañas bajo nuestro punto de vista pero no nos paramos a pensar en lo que hay detras.
Un abrazote!!!
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Me ha hecho reflexionar mucho, ahora mismo estoy muy pensativo, gracias, has conseguido que algo se mueva en mí
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Cuanto me alegro Javi, aunque tampoco quiero que os pongais intensos, con un poquito de reflexión aderezada con buen humor es suficiente.
Gracias por pasarte y comentar.
Un abrazo
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Q bueno mi Juan..y q facil seria comprender a los demas calzando sus zapatos…soportando sus rozaduras y andando su camino.Yo intento hacerlo y veo caminos muy duros d andar.
Hoy mas q nunca grande mi Juan.
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Es que estoy sublimado!!!!! jajajaja. Muchas gracias por tus palabras Mipe, son tan gráficas como efectivas. Como se nota que eres un artista!!
Un abrazo
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A falta de palabras para expresar el aprecio de forma acorde a la realidad, recurrimos a las onomatopeyas: clap, clap, clap.
P.D.: prisma es una palabra que me encanta.
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Vosotras siempre tan geniales y tan bellas!. Espléndido comentario y agradecido hasta las lágrimas.
Abrazos fuertes para las 6!
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La clave está en la palabra empatía, que aunque el diccionarios nos dice muy claro lo que es, poca gente sabe aplicarla.
Muy buena reflexión Juanan,
Patri.
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Muchas ,gracias Patri, es cierto lo que dices la empatía es de dificil aplicación pero yo creo que es una habilidad innata, el que nace con ella perfecto pero el que no…. Se puede fomentar pero si no viene de serie es complicado.
Un abrazo
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