San Juan de Alicante, 1988

playa-san-juan

Tengo un medio hermano que hace un montón de años se fue de mi lado para hacer «las américas». Por todas las cosas que vivimos juntos es algo mas que un amigo, y por cosas de la consanguineidad, es algo menos que un hermano.

Mi hermano, mi amigo, mi ¿hermigo?….es un tipo muy, muy, muy social y desde su país de adopción vive vinculado a internet prácticamente desde que puso un pié allí. El otro día actualizó la foto de cabecera de su perfil de Facebook con una imagen collage de portadas de novelas de terror. Esa novelas de terror que nosotros leíamos con fruicción años ha, y me vino, me dio un ataque de nostalgia que me transportó muchos años atrás, al verano de 1988 cuando hicimos nuestro primer viaje juntos.

Juntos pero no solos, con su madre y unos amigos, nos pusimos una madrugada de verano camino de la playa. Esa noche previa, sabiendo que íbamos a salir temprano, yo me fui a dormir a su casa, era el comienzo de mis vacaciones, y la verdad es que dormimos bien poco. Decidimos que era mejor permanecer despiertos que dormir cuatro horas de mierda, así que con algo de comer, algo de beber, algo de música y mucha conversación pasamos ese momento hasta que nos montamos en el coche que nos llevaría al paraíso. Antes nos habíamos acojonado un poco por los ruidos de la noche, de su casa antigua, y del tapón de una botella mal cerrado que no hacía más hacer ruiditos extraños que no sabíamos de donde provenían. Con aquellos 16 años tan frikis que teníamos, nos temíamos lo peor, asesinos en serie, paredes sangrantes, invasiones alienígenas, el fin de todo lo conocido… de todo menos lo del maldito tapón.

Pasado el susto y la emoción iniciales y casi diez horas más tarde llegamos a la casita en San Juan pueblo, lejos de la playa pero que nos daba igual, estábamos de vacaciones, estábamos juntos y estábamos dispuestos a pasarlo bien. Ya nada nos importaba, solo queríamos playa y diversión. Y eso tuvimos.

Pero ahora, a la vuelta de los años, tuvimos una diversión muy naif. Eramos dos chavales guapos de 16 años pero super, super, super pánfilos. Ninguno de los dos habíamos salido aún del cascarón, no teníamos malicia, nos importaba más la lectura de las famosas novelas de terror que el alcohol. Mucho más viajar a Alicante capital a comprar comics que visitar las discotecas locales. Mucho más las historias de super-héroes que las chicas. Si amigos, a mi también me avergüenza relatar esa época de tontuna infantiloide.

Aquel verano fue importante en nuestras vidas, fue un verano que recuerdo a golpes de flash con un montón de anécdotas felices, mejor las enumero para no perderme:

1. Nuestras apuestas en el cine de verano para descubrir si la frase: «Jack no se moriría sin decírmelo» pertenecía a «La joya del Nilo» o a «Golpe en la pequeña china».

2. Nuestros paseos por el puerto, donde probamos los higos chumbos y donde vimos una pegatina en un coche frances con una frase que no sabíamos que decía pero que la repetíamos hasta la saciedad.

3. Nuestras luchas contra las olas de un embravecido Mediterráneo con bandera roja y una colchoneta.

4. Nuestras escapadas a la capital a comprar tebeos y música y la vez que me sobresalté en unos grandes almacenes al comienzo del «Eloise» de Tino Casal.

5. Nuestros bocadillos de nocilla de tres colores (marrón, blanco y rosa) que compraba la madre de mi amigo a granel en una tienda del pueblo.

6. Nuestro asombro por ver a las chicas extranjeras «en tetas» paseándose por la playa. Nosotros las llamábamos las «austro-húngaras», no se bien por qué pero nos sorprendió muy gratamente esa moda tan europea que llamaban «top less».

7. Nuestras cintas de casette, que no había otro soporte en aquella época. Era el verano de Modern Talking, de Pet Shop Boys, de Eight Wonder, de CC Catch y de Transvision Vamp.

8. Nuestras idas y venidas a la playa en el autobús de línea rodeados de flotadores, colchonetas, bolsas con cubos y palas, extranjeros y locales.

9. Nuestra visita al castillo de Santa Barbara, en Alicante capital.

Fue un verano lleno de luz y de buen rollo. Y también fue un verano difícil en ciertos aspectos. Mi amigo se había roto una pierna unos meses antes y había pasado una larga temporada de convalecencia, lo que hacía que su carácter se volviera, en algunos momentos, irritable. De vez en cuando discutía acaloradamente con su madre y yo me escabullía. También descubrí que la convivencia también es difícil, aunque estés con las personas con las que tienes más confianza. Recuerdo que dormíamos en una habitación con dos camas, el quería dormir con la ventana abierta y yo con la ventana cerrada. Los días que ganaba yo dormía a pierna suelta, los días que ganaba él, se nos llenaba la habitación de unos bichos verdes bastante asquerosos que me tenían en vilo y no me dejaban descansar.

Pero bueno, como todos sabemos para que haya luz, debe haber oscuridad, y por lo tanto, esas tinieblas, solo me hacen recordar el resto de momentos con una luz indescriptible. Fue un gran verano y supuso el final de nuestra adolescencia, las cosas cambiaron poco después, nuestra relación continuó firme pero lo que nos rodeaba comenzó a cambiar. Nuevas amistades, chicas, trabajos, ejército…. Lo que se esperaba de nosotros al empezar a ser adultos.

Recuerdo aquellos días con mucho cariño, el mismo que le guardo a mi amigo y a su madre. Me resulta curioso como todos esos recuerdos se quedan latentes en la memoria y hay algo que los hace surgir, en este caso una foto. Me quedaré aguardando al siguiente, y no os preocupéis, que lo contaré.

Hasta pronto,

J

 

 

 

7 respuestas a “San Juan de Alicante, 1988

  1. Snif, snif… Qué tiempos 😉

    Nada que añadir: así fue y así se lo han contado 😀

    No me acordaba de lo de las «austrohúngaras», pero ahora a toro pasado me huele a que en algún momento lo debimos oír en alguna película de Berlanga y nada, que se nos pegó como se nos pegaba por entonces tanta tontería (maravillosa).

    Me gusta

  2. Mi abuelo era de San Juan 😉 Bueno, casi todos mis recuerdos de ese calado están unos pocos km más arriba, en Campello.

    PD. Saludos de un pánfilo parecido.

    Me gusta

Deja un comentario