A veces me parece muy curioso cómo somos el resultado de las casualidades. Cada una de las decisiones que tomamos nos lleva hasta un punto distinto al que estaríamos si la decisión tomada hubiera sido otra. Se que suena un poco intenso, y mas viniendo de mi, que suelo ser mas bien….. básico. Pero hoy he estado reflexionando sobre esto de las casualidades y como tengo un blog, pues me he dicho, ya tengo post para esta semana. Voy a proponeros reflexionar sobre las casualidades. Todos tenemos en nuestra lista de anécdotas muchas de estas, agradables en unos casos, muy agradables en otros, también desagradables pero siempre sorprendentes.
Si os apetece, sin compromiso, que luego os sentís obligados, os voy a pedir que compartáis con los lectores de este blog alguna de vuestras más sorprendentes coincidencias o casualidades. Yo os voy a contar una para que os vayáis animado y descubráis las cosas tan extrañas que pasan por ahí. Esto que os relato sucedió hace ya bastantes años.
Tenía un compañero de trabajo al que veía a diario, claro, trabajábamos juntos. No, graciosos, esa no es la coincidencia….. A este chico yo solo le veía en el trabajo pero un viernes por la tarde, paseando por Madrid, me lo encontré junto a su novia. Todo normal, nos saludamos, charlamos un ratillo y cada uno a lo suyo. Al día siguiente, sábado, quedé con mi primo para ir al cine, entramos en la sala y cuando empezaba la película vinieron corriendo dos personas que llegaban tarde y que tenían las entradas al lado de las nuestras, eran mi compañero de trabajo, su novia y una pizza. Curioso, divertido, ja ja ja, a ver la peli y cada uno a lo suyo. El domingo, de cañas por el centro, veo que aparece de nuevo su cara. ¿otra vez? Esto ya era el colmo. Me acerqué, le saludé, nos echamos unas risas, yo le amenacé con denunciarle si seguía siguiéndome, mas risas y cada uno a lo nuestro. Después de ese fin de semana loco, jamás volví a encontrármelo fuera del trabajo, y casi tampoco dentro porque semanas después le despidieron, una pena. Una de dos, o ese fin de semana había una conjunción planetaria que hacia que nos viéramos por todo Madrid o… a lo mejor me estaba siguiendo de verdad.
Historias como esta tengo bastantes mas, gente conocida que te encuentras de vacaciones, amigos a los que pillas en sitios insospechados, mentiras de las que eres testigo y cómplice…. pero todo esto de hoy viene por una cosa muy concreta, por una coincidencia matinal y recurrente que me ha hecho plantearme este post. Todo este sinsentido que estas leyendo ha sido por culpa de la gota, os cuento.
Esta mañana iba conduciendo de camino al trabajo, un poco somnoliento, un poco pensativo y un poco en mi mundo, ensimismado, cuando he entrado en un túnel y en mitad de la penumbra, splash! una gota de agua ha caído sobre el parabrisas del coche haciéndome regresar de donde estuviera. He mirado la gota, la he borrado con el limpiaparabrisas y me he dicho:
-Ya está aquí la puñetera gota. -Creo que eso lo he dicho en alto.
Y es que es cierto, cada vez que paso por un túnel me cae una gota de agua en el coche. Da igual que sea enero y esté diluviando o que sea agosto y arrastremos catorce meses de sequía, en todos los túneles por los que paso siempre hay una filtración de agua goteando. Seguro que vosotros me vais a decir ahora que también os pasa, y no es que no me lo crea, pero… anda ya! Una gota de agua filtrada en el hormigón de un túnel no es un chorro de agua que caiga encima de todos. Estas gotas de agua se forman lentamente, van tomando forma y se quedan ahí, en el techo del túnel acechando. Escondidas en la más absoluta oscuridad esperando a que pase un inocente, o sea yo, para tirarse encima a saludar.
Splash! puede significar -Buenos días o buenas tardes o buenas noches. O qué solo vas, voy a hacerte compañía.
O a lo mejor, no es un saludo, a lo mejor es una señal….. Bien pensado, creo que debe haber una explicación para esto. Una de dos, o cada vez que paso por un túnel hay una conjunción planetaria que hace que si hay una gota a punto de desprenderse del techo me caiga encima o…. ¿a lo mejor alguien me está haciendo esto?….. ¿Holaaaa??????
Espero vuestras anécdotas, no seáis tímidos.
Hasta pronto,
J
jajajaja…. en realidad la conjunción planetaria es por la gota, no por el hecho de que pases tú con tu coche. Porque a mí también me ocurre, lo que pasa es que yo ya voy mirando a ver si el techo se ve mojado, porque siempre cae en los mismos puentes o túneles…. y además cuando más limpio llevas el coche…
Anécdotas de coincidencias, sólo por el wasap…. jajajajaja…. haberme encontrado con una amiga de hace 20 años porque todavía conservaba su número en la memoria del móvil y cuando se puso wasap me saltó el chivatillo…. jajajajaja…. pero esa no cuenta ¿o sí?…
Saludos!!
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Gracias por el comentario Sonia y por colaborar con tu anécdota del whatsapp! A ver si lo de la gota está preparado y hay una para cada uno…..
Un abrazo,
Juanan
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